El partido entre River y Banfield dejó un polémico penal a favor del conjunto de Marcelo Gallardo. El árbitro, a instancias del VAR, decidió cobrar penal en una jugada muy fina que terminó en gol -del empate- de Enzo Fernández.
La situación se dio mientras promediaba el segundo tiempo. En el complemento, un centro cruzado tocó en la mano de un jugador de Banfield luego que el defensor no pueda pegar el cabezazo. Inmediatamente, la pelota se fue afuera. En un primer momento la situación se tornó muy complicada para el árbitro que, en principio, no había cobrado nada.
Pablo Echavarría, el árbitro del encuentro, fue llamado al VAR para revisar la jugada. Después de una serie de repeticiones se puede ver cómo Quinteros no puede pegarle al cabezazo y, finalmente, la mano le pega en el brazo izquierdo. En esa situación, el árbitro cobró penal porque, supuestamente, abre por completo la extensión de sus brazos.
La polémica radica en que en el encuentro entre Boca y Lanús, un par de horas antes, se dio una situación similar. Boca atacaba por el sector izquierdo. Fabra llegó al fondo y tuvo un ligero choque con González -jugador de Lanús- que cubría la pelota. Lo cierto es que, en ese momento, el defensor granate estiró el brazo y la pelota dio en el antebrazo. Por reglamento, tendría que haberse cobrado penal ya que extendió los brazos (y de esta forma amplió el espacio) aunque el árbitro tomó la decisión de dejarla pasar porque consideró que no fue intencional.
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