Asombro por lo que dijo Horacio Guarany en una de sus últimas entrevistas

El histórico Horacio Guarany volvió a Córdoba en 2015 para encontrarse con el público, en la que fue la última vez que actuó en la ciudad, y durante una nota aseguró que a los 89 años se sentía más que joven.

14 de febrero, 2025 | 15.48

El popular cantor y compositor Horacio Guarany es uno de los íconos del folklore y en enero del 2015 se presentó en el Festival de Jesús María, donde brindó la última nota a un medio cordobés. En la misma, reveló detalles sorprendentes de su vida cotidiana a los 89 años: “La gente cree que, como yo amo el vino, vivo chupado. Pero nunca me acuesto en pedo”.

“He sido muy putañero, pero me casé con mi compañera y nunca más salí”, expresaba Horacio Guaraní ante La Voz y completaba ese aspecto de su vida privada: “Ahora que estoy bien, entiendo que no hay que hacer lo que no te gusta que te hagan. Creía que andar con muchas mujeres era ser vivo, pero no tenés que andar con una y con otra por andar. No es bueno”.

Eraclio Catalín Rodríguez Cereijo, más conocido como Horacio Guarany y nacido el 15 de mayo de 1925, fue uno de los más grandes cantores y compositores de nuestro país. “Ahora estoy más que bien, la vida tiene esas cosas, a algunos los castiga temprano, a otros los ayuda. Yo soy un privilegiado de la vida... hubo épocas malas y épocas duras, pero son tantas las alegrías que recibo. Imaginate que con la edad mía me sigan llamando de teatros, clubes, y que esos lugares se llenen. El país debe estar lleno de sordos y masoquistas”, bromeaba.

El artista popular nació en Las Garzas, provincia de Santa Fe y a los 17 años se estableció en Buenos Aires con el proyecto de triunfar en la música. Al inicio de su carrera interpretó folklore, pero también tangos y boleros, mientras se ganaba la vida como estibador en el puerto. Sin embargo, fue pionero del Festival Nacional de Cosquín en 1961, y fue un clásico, año tras año, con conocidas composiciones como Guitarra de medianoche, Milonga para mi perro, La guerrillera, No sé por qué piensas tú, Regalito o Si se calla el cantor.

Sobre su cariño por Córdoba, Guarany expresaba ante el medio mencionado: “Yo los quiero mucho, cuando inicié la gira por el interior en el año 1958, empecé en Córdoba. Cuántos recuerdos, cuántas cosas. Me acuerdo del Chango Rodríguez, en Chubut 34, los asados llenos de sal gruesa, los estudiantes, y hacer la porquería con las chinitas”.

El folklore recuerda los mejores momentos de Horacio Guarany, uno de los íconos de la música argentina.

Del mismo modo, aclaraba el motivo que lo llevó a seguir cantando hasta que lo dejó la salud: “Pero si no actúo, la casa se me hace muy grande, ¿qué hago? Yo soy un hombre de la calle, del camino. Desde que nací he recorrido el mundo. Quedarme quieto me enferma, me lleva a pensamientos que me hacen mal. Prefiero viajar porque así me entretengo”.

Por qué no hay que enojarse, según Horacio Guarany

"Yo tengo una energía increíble, y un carácter muy jodón, eso te mantiene muy bien, tengo siempre alegría de vivir, de cantar, de comer. Tengo un estómago a prueba de todo. Cuando tenés un carácter jodido, eso te tira para abajo. No hay que enojarse, cada vez que te enojás es un poquito de muerte que te metés adentro. Yo vivo tranquilo en Plumas Verdes (su rancho). Se llama así porque queda lejos, 'en el regocijo del loro'", comentó el referente del folklore argentino.

“Tomo vino siempre”, comentó y detalló: “La gente cree que, como yo amo el vino, vivo chupado. Pero nunca me acuesto en pedo. El que se mama no sabe tomar. Desde que puedo, tomo buen vino. Me gusta el whisky también, pero mi preferido es el vino. Tinto, siempre tinto”.

Luego reveló: “Yo jamás ensayé. Con que tire las primeras cuatro notas, arrancamos, porque cuando salgo canto con ganas y canto lo que me gusta. Eso de llevar todo preparado y el paquete hecho, es como ir a un escenario a eructar. A las canciones las tenés que sentir. Cantar me da una gran alegría”. Antes de terminar la nota le comentó al periodista con su humor característico: “Bueno, che. Linda la charla; cuando estés al pedo otra vez, llamame”. El folklorista falleció el 13 de enero de 2017, a los 91 años, en Lujan.