Un estudio inédito del Ministerio de Educación ratificó el impacto positivo que el programa Progresar tiene en la trayectoria de los adolescentes y jóvenes que necesitaron el año pasado de la ayuda del Estado para continuar y terminar con sus estudios secundarios, terciarios y universitarios. Según la radiografía nacional, que se conformó en base a los datos de 1.369.825 estudiantes, 8 de cada 10 beneficiarios alcanzarán en el marco del programa de becas el primer título secundario de sus hogares y 9 de cada 10 estudiantes, el primero en educación superior (terciario y universitario).
Además, el acompañamiento a estos sectores por parte del Gobierno aumentó más de 120 por ciento en los últimos tres años, hasta llegar a brindar la mayor tasa de cobertura y de inversión desde que se creó el programa en 2014.
Para los funcionarios, el estudio es clave para conocer quiénes son, qué hacen y de qué viven les chiques que recurren al Estado para continuar con sus estudios. “Este informe combate el sentido común porque demuestra que la mayoría vive la beca como algo valioso, que la usan para estudiar y que sus familias los apoyan. Viene a reforzar también que hay que acompañar”, resaltó el ministro Jaime Perczyk ante una ronda de periodistas que integró El Destape.
Esta misma tarde, los datos que arrojó el estudio pormenorizado serán discutidos por los ministros de Educación provinciales de todo el país, donde debatirán cómo seguir fortaleciendo las políticas, teniendo en cuenta las particularidades de cada territorio. “Es una encuesta extraordinaria porque abarca un universo enorme y no fue un muestreo”, remarcó Perczyk.
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De allí se desprende que el mayor porcentaje de beneficiarios, un 57,3 por ciento, necesitaron de la prestación para finalizar sus estudios secundarios (un 35,2 % .entre 16 y 17 años y un 17,8 % entre mayores de 18 años y que fueron incorporados desde 2021 al programa). El porcentaje restante se completa con 14,5 por ciento de estudiantes terciarios, un 22 por ciento de universitarios, un 6 por ciento de Enfermería y un 4,5 por ciento de Progresar Trabajo. El sondeo graficó así la importancia que el Progresar tiene para esos becarios, pero también para sus familias, teniendo en cuenta que el 64,20 % de las y los becarios respondieron que ambos padres no completaron el nivel secundario y solo el 27,44 % que al menos uno de los padres lo completó. Es decir, que más de la mitad de los beneficiarios serán la primera generación en buscar el título secundario o superior. La cantidad de becarios subió a 1.700.000 desde el cierre de la primera convocatoria, en agosto.
De acuerdo a los datos obtenidos, el aumento de la inversión del Estado del año pasado repercutió también en la cantidad de chiques que pudieron acceder al beneficio. Mientras que durante el gobierno de Mauricio Macri, entre 2016 y 2019, se destinaban 34 millones de pesos que alcanzaban a 571 mil beneficiarios, este año hubo una inversión total de 120 millones, se aumentó cuatro veces el monto para que pudiera pelearle a la inflación y alcanzó a 1.369.825 becarios. "La necesidad estaba, pero en esos años hubo una decisión política de cómo abordarla", enfatizó el secretario de Evaluación e Información Educativa, Germán Lodola.
El informe reveló que no solamente el Estado apoya a les chiques para que terminen sus estudios, dado que un 51,8 % de los beneficiarios respondieron que su principal fuente de ingreso es el aporte de la familia y solo el 19 % afirmó que su principal ingreso son los 7400 pesos que recibe por la beca, monto que tiene incluido un plus de 1000 pesos de conectividad y que registró un aumento del 106 por ciento con respecto a 2021. Además, reciben un bono extra 300 mil chiques que estudian lenguas extranjeras, en el marco del nuevo programa lanzado durante la actual gestión.
Por otro lado, la encuesta reveló que más de la mitad de los beneficiarios son mujeres, un 64,71 por ciento, en tanto que son ellas también las que representan más de la mitad de todas las líneas de beca. Se destaca particularmente su participación en la línea Enfermería (86 %) y terciario (78%).
En qué se gasta y cómo se controla la beca Progresar
El informe vino también a confirmar, contra los discursos detractores de la ayuda estatal, que el ingreso que reciben los beneficiarios se destina a su educación. Un 41,5 % compró material de trabajo, apuntes y fotocopias, en tanto que un 20,9 necesitó invertirlo en transporte, lo que revela que la encuesta no fue homogénea y grafica también las distintas realidades en las provincias.
De hecho, el 43,4% de las y los becarios de la línea 16 y 17 años fueron quienes más invirtieron su beca en materiales de trabajo, mientras que la proporción decrece a 38% en la beca universitaria.
Además, según explicó Perczyk, el programa de becas tiene seguimiento, certificación de presentismo y de nivel académico, dependiendo de la particularidad de cada grupo objetivo. Es decir, que tienen que comprobar que están matriculados y que están avanzando en sus estudios. En lo que respecta a la educación superior, por ejemplo, deben garantizar contar con dos materias aprobadas por año.
Progresar y el apoyo a los idiomas
Hace cuatro meses, el Ministerio de Educación implementó una nueva iniciativa desarrollada por la Secretaría de Cooperación Educativa y Acciones Prioritarias, para las y los becarios se formen en inglés, francés, portugués, italiano, alemán, chino mandarín y español como segunda lengua. Los inscriptos ya son más de 300 mil becarias, en su mayoría también mujeres (246.749)
Italiano fue elegido por 24.179 jóvenes, portugués por 15.853, francés por 13.174, alemán por 5.807, chino mandarín por 3.849, español como segunda lengua por 3.113 y lengua de señas por 1.641 estudiantes. Según explican desde la cartera, el Programa de Formación y Certificación en Lenguas Extranjeras tiene como principal objetivo fomentar el capital social, relacional y cultural de las y los cursantes.
Los cursos son más de 8 mil y se concentran sobre todo entre la Universidad Nacional de Córdoba, que desarrolló una plataforma online para brindar los contenidos, y la Universidad de Buenos Aires, a través del Centro Universitario de Idiomas. Pero participan también otras 30 universidades de todo el país.