El suero hiperinmune anti-Covid19 desarrollado por la empresa biotecnológica argentina Inmunova y la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM) estará disponible la semana que viene para ser distribuido en hospitales, clínicas y sanatorios. Se estima que la aplicación del mismo reduce la mortalidad en una cifra cercana al 40%.
Los resultados demostraron que la aplicación de esta terapia es segura y evidenciaron una reducción de la mortalidad en 45%, de la internación en terapia intensiva en 24% y del requerimiento de asistencia respiratoria mecánica en 36%, frente al placebo.
Además, mostraron beneficio clínico a lo largo de los 28 días de seguimiento del tratamiento y mejora clínica significativa de dos puntos en la escala ordinal de evaluación clínica de ocho puntos de la OMS a los 7, 14 y 21 días.
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Actualmente, se está terminando el proceso de etiquetado, embalaje y acondicionamiento para que pueda estar disponible antes del 10 de enero. Como Inmunova es un laboratorio dedicado a la investigación y el desarrollo, la distribución del medicamento está a cargo de laboratorio Elea.
La aprobación del suero por parte de la ANMAT se fundamentó en las pruebas realizadas en 242 pacientes con cuadros moderados y graves de Covid-19 en 19 hospitales y clínicas de AMBA, Neuquén y Tucumán.
Este desarrollo es producto de una articulación pública-privada entre el laboratorio Inmunova, la UNSAM, el Instituto Biológico Argentino (BIOL), la Fundación Instituto Leloir (FIL), mAbxience, el CONICET y ANLIS Malbrán.
Desde la UNSAM apuntaron que la clave institucional fue el Centro de Rediseño e Ingeniería de Proteínas (CRIP) del Instituto de Investigaciones Biotecnológicas, creado en 2017 para facilitar el diálogo entre el sector científico y el industrial.
Las científicas del CRIP María Laura Cerutti y María Eugenia Acuña son las encargadas de producir la proteína RBD, con la que se inmuniza a los caballos para luego obtener el plasma con el que se produce el suero contra el Covid-19.
“Estamos utilizando un fragmento de la proteína Spike —presente en la superficie del virus SAR-COV-2— que se llama RBD. Con ella transfectamos células humanas que incorporan el ADN expresado por esta proteína liberándola al medio de cultivo. Con esa proteína purificada se inmunizan los caballos de los cuales se obtiene el plasma”, explicó Cerutti.
Acuña, por su parte, compartió su entusiasmo por la innovación: “A mí me da mucha satisfacción. En la vorágine del día a día no somos muy conscientes del trabajo que estamos haciendo. Cuando lo pienso creo que es un montón y el aporte es muy gratificante”.