En las últimas horas se conoció que una mujer de 63 años se recuperó de COVID-19 en Formosa y ahora esa provincia ya no tiene casos activos. Allí se diagnosticaron 87 casos, de los cuales, ya no queda ninguno en tratamiento.
Muy emocionada al salir del hospital, Luciana -como se dio en llamar utilizando un nombre ficticio- sostuvo que recibió "una atención increíble" y dijo que "hay que destacar la calidez humana" de los médicos. Según la agencia pública provincial de noticias, la mujer fue el último caso de COVID-19. La paciente había llegado de Perú, donde había ido a pasar las vacaciones, y tenía previsto volver al país para el pasado 27 de marzo.
En charla con esa agencia, indicó que lo suyo fue "una odisea" pero que "al cerrarse las fronteras por la pandemia me quede varada allí con un contingente de cerca de 2000 personas. Me inscribí en varios grupos hasta que me seleccionaron para viajar a Argentina el 24 de julio”. Por otro lado, indico que su "hijo logró comunicarse con la Cancillería y, posteriormente, hacer los trámites para que pudiera ingresar a Formosa. Así, el 2 de agosto ingreso por la localidad de Mansilla y de allí a la Unidad de Pronta Atención a la Contingencia (UPAC) donde me realizan el hisopado".
Después de haber sido dado de alta, el gobernador de Formosa, Gildo Insfrán, aseguró que "este es un gran logro de nuestra política sanitaria". Además, el mandatario atribuyó el logro a que existe un "sistema de salud pública fortalecido y con su personal altamente capacitado y comprometido, al igual que el personal de seguridad y de todos los organismos provinciales y municipios que han mancomunado su esfuerzo con la comunidad formoseña para proteger la salud y la vida de todos".
La paciente destacó en ese contexto que desde que llegó a Mansilla-Formosa- tuvo acompañamiento para transitar la enfermedad: "Tuve una persona que me contuvo, luego en el hospital Evita desde los médicos, enfermeros, personal de limpieza, psicóloga, asistente social, todos estuvieron pendientes de mi recuperación".