Así lo estableció mediante el decreto 2354, que lleva la firma de la presidenta Cristina Fernández, del ministro de Economía, Axel Kicillof, y del jefe de Gabinete, Jorge Capitanich.
En los argumentos, se indicó que "es política permanente del Poder Ejecutivo Nacional instrumentar medidas contracíclicas que resulten conducentes al fortalecimiento del poder adquisitivo de los trabajadores y de sus familias y, con ello, la consolidación de la demanda y del mercado interno nacional".
La resolución "tendrá efectos exclusivamente para los sujetos cuya mayor remuneración bruta mensual devengada entre los meses de julio a diciembre de 2014, no supere la suma de 35.000 pesos".
Y se explicó que "ello es posible gracias a un responsable manejo de las finanzas del Estado Nacional, tanto respecto de sus ingresos como de sus gastos".
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La semana pasada, en el cierre de la Conferencia Anual de la Unión Industrial Argentina (UIA), la jefa de Estado había anunciado esta medida, que ya se efectivizó también en 2012 y 2013, luego del reclamo del sindicalismo oficialista y opositor. Esto beneficiará a 784.000 asalariados.