Es un arte que se está extinguiendo y que, posiblemente, se pierda en el silencio cuando la última canción disponible alcance spotify. El "disco" (sea de vinilo o policarbonato) como formato musical forma ya casi parte del pasado en esta era digital, pero la idea detrás del mismo muchas veces supo ir más lejos del mero soporte físico. En los casos más comunes, rara vez el orden de las canciones en un álbum tuvieron un carácter aleatorio, y en los más atípicos y gratificantes, cada uno de los tracks más que canción supe ser un capítulo. De ahí lo que denominamos "disco conceptual": aquel álbum cuyas canciones forman parte de un todo que cuenta una historia, o transmite un fuerte concepto que atraviesa la duración del mismo de punta a punta.
En tiempos de .mp3 aislados y efímeros, vale recordar esas veces en las que el rock supo trascender sus propias fronteras y llegó a elevarse para contar historias. Y de paso, claro, cambiar nuestra concepción del mismo.
5- "Tommy" - The Who
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La historia del chico sordo, ciego y mudo que es un campeón indiscutido del pinball (en su versión cinematográfica hasta le quita el trono a Elton John), alcanzó un pico artístico en la increíble carrera de The Who allá por 1969, cuando Pete Townshend mayormente compuso la totalidad de ésta historia. Psicodélico e impredecible de a ratos, "Tommy" es el cuarto disco de la banda y el que terminó de convencer a los críticos de que The Who era mucho más que la rebeldía juvenil de su generación. Tanto el disco como la adaptación a la pantalla grande dirigida por Ken Russell son una verdadera obra maestra de las llamadas "opera rock".
4- "American Idiot" - Green Day
Todavía queda por discutir si es la primer "opera punk" o no (si no contamos como un EP al impresionante "The Decline" de NOFX, el podio puede ser debatido), pero más allá de lo meramente anecdótico lo cierto es que "American Idiot" es el resurgimiento definitivo de una banda que marcó buena parte de los 90s y no tuvo problema alguno en renovarse por completo en los 2000s. El Opus magnum de Billie Joe Armstrong es un compendio de canciones que siguen la historia de un Jesús de los Suburbios que atraviesa un mundo caótico, derruido y casi en cenizas por la guerra y otros males. La dicotomía amor-odio se siente de principio a fin en letras y ritmos que desnudan la parte más melancólica del grupo, así como la más salvaje y decididamente punk. Puede que no haya alcanzado la relevancia histórica del demoledor "Dookie", pero los muchachos de Green Day pueden darse por satisfechos al haber vendido más de quince millones de discos y luego haber llevado a Broadway su obra, ganando buena cantidad de premios Tony. Nada mal para el power trío californiano que hizo, de por sí, al menos el mejor disco del 2004.
3- "Thick as a Brick" - Jethro Tull
Originalmente pensado como una parodia del rock progresivo y los discos conceptuales, la banda de Ian Anderson parió allá por 1972 ésta obra intensa e increíblemente rica en melodías. La crítica aplaudió de pie, y eso que fue esa misma crítica que se burlaba de ellos diciendo que constantemente estaban en la búsqueda de un album conceptual. Anderson contratacó haciendo exactamente eso: un disco de un sólo tema (en verdad, por una limitación del LP son dos, interconectados por el sonido del viento en las praderas, para que la separación pase desapercibida). "Thick as a brick" rápidamente se convirtió en el favorito de los seguidores de la banda, y al día de hoy no ha perdido su encanto.
2- "The Wall" - Pink Floyd
Puede que "The Dark Side of the Moon" haya vendido aún más discos y en algunas reuniones rockeras snob hasta siga teniendo más levante, pero lo cierto es que "The Wall" es la obra conceptual definitiva de la banda, y cuenta además con el acompañamiento adicional de la inmensa película de Alan Parker. Aquí el album sigue la historia de un hombre frustrado que crea una pared imaginaria que lo separa de la sociedad (sí, detrás de todo había un sentido en esta obra), y los distintos capítulos narran en buena parte un estado de ánimo y percepción de las cosas. Sin duda uno de los discos más importantes del rock, por más agotadas que se encuentren hoy sus canciones (especialmente la que da título al mismo).
1- "Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band" – The Beatles
Puede que sea la elección obvia, ya que es el "Ciudadano Kane" del rock, pero lo cierto es que no ha perdido un gramo de importancia desde su salida allá por 1967. El octavo disco de la banda de Liverpool es perfecto por donde se lo mire, y confirmó a sus integrantes como los cuatro tipos más importantes de la historia del rock británico (y, agregando a Elvis en el nuevo continente, posiblemente mundial). Desde "A day in the life", pasando por "Lucy in the sky with diamonds" hasta "Good Morning, Good Morning", cada uno de sus temas es un clásico y esboza el punto más alto de la banda, que a partir de allí jamás perdió un ápice de talento y calidad. El disco obligatorio que, junto con "Pet Sounds" de los Beach Boys, debería estar en el hogar de cualquiera que se precie de tener algo de oído musical.
Menciones especiales
"The Rise and Fall of Ziggy Stardust and the Spiders From Mars" - David Bowie
Una historia inspirada libremente en el relato ficcional de un rocker muy parecido a Bowie, éste disco, a menudo resumido en título como "Ziggy Stardust", es sin duda el punto más alto en la carrera del alienígena británico que supo viajar a Marte para traernos estas increíbles melodías. El disco plantea discusiones acerca de la política, el uso de drogas y la orientación sexual, y al hacerlo eleva al glam rock alejándolo de su costado más superficial.
"Yoshimi battles the Pink Robots" de The Flaming Lips
Robots y delirios japoneses pop-rock en un album psicodélico y lisérgico como solo los Flaming Lips pueden crear. Otra bienvenida rareza conceptual del nuevo milenio, que nos recuerda porqué ésta banda no es sólo un cúmulo de excentricidades artísticas sino mucho, muchísimo más.