Las razones por las que la recesión podría extenderse hasta las elecciones

05 de enero, 2019 | 14.53

Los datos oficiales que se van conociendo del final de 2018, con fuertes retrocesos en la industria y la construcción, dejan una herencia difícil de remontar durante 2019 y el Gobierno teme que la reactivación económica no ocurra antes de las elecciones.

El Gobierno de Mauricio Macri logró estabilizar por ahora el dólar con un costo muy alto: una devaluación del 50% en 2018, sumado a tasas del 60%. Sin embargo, los fuertes aumentos en tarifas que ocurrirán en los primeros meses de este año, acentuarán la retracción del consumo, lo que dificulta aún más el fin de la recesión después de abril.

Los tiempos de la política están sometidos a los cronogramas electorales, por lo que el Gobierno necesita que la recuperación económica se empiece a sentir en el día a día a más tardar en abril próximo, para tener alguna chance de retener el poder en las presidenciales de octubre.

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El año arranca con una retracción de tasas en los Estados Unidos, lo que es visto con buenos ojos entre los economistas, lo que explica el alza de la Bolsa de Comercio en la primera semana del año, la mejora en la cotización de los bonos y la consecuente reducción del riesgo país.

No obstante, el temor a que la Argentina entre en cesación de pagos en 2020, cuando ya no esté el salvavidas del FMI, sigue siendo una cuestión de primer orden para los inversores.

Irónicamente, con un fuerte retroceso del dólar en el arranque del año, de mantenerse esa tendencia el BCRA deberá intervenir para evitar que siga cayendo, según lo acordado con el FMI.

Las alzas de tarifas de transporte, gas, electricidad, peajes y agua presionarán fuerte sobre la inflación en el primer cuatrimestre del año, sobre todo en el área metropolitana, habitada por la mitad de la población del país.

El Gobierno cuenta con pocas herramientas para mantener a raya una inflación que los analistas privados empiezan a ubicar por encima de lo estimado en diciembre, más hacia la zona del 29% para todo 2019.

Como no aumentan los sueldos, deben destinar más dinero a pagar más por los servicios y reducen el consumo, algo poco positivo para lograr una salida de la recesión antes de que comience el periodo electoral.

El riesgo para el gobierno es que la situación no se empiece a revertir hacia abril, y que se estabilice la sensación de otro año perdido.

Existe coincidencia entre los especialistas en que recién en el trimestre julio-septiembre podría notarse una mejora en la economía, pero que podría no llegar a sentirse en el bolsillo, lo cual impediría modificar el mal humor del electorado y sería letal para el proyecto de reelección de Macri.