Durante el primer trimestre de 2015 se comenzará a entregar energía al Sistema Argentino de Interconexión desde las calderas de la usina térmica Río Turbio. La Central tiene una potencia instalada de 240 MW, lo suficiente para abastecer a toda Santa Cruz y la prueba hidráulica de la primera se inició con éxito el 21 de octubre.
Está compuesta por dos módulos de generación de 120 MW cada uno, sistema de aero-refrigeración y caldera con tecnología de lecho fluidizado. Esto último significa que, a diferencia de las centrales termoeléctricas comunes que consumen únicamente combustibles fósiles, las calderas de Río Turbio permiten una mayor flexibilidad en el uso del combustible a través de la mezcla con otros elementos no contaminantes, además de un mayor aprovechamiento del mismo y una mejor transferencia del calor producido durante la combustión.
La construcción y traslado de estas calderas de avanzada tecnología representó uno de los mayores desafíos en la construcción de la Central. Las dos calderas pesan 13.200 toneladas y cada una tiene la altura de un edificio de 13 pisos. Cuentan con un sistema de control de última generación donde se evalúan distintas variables en el hogar propio de la caldera y se corrigen en forma automática para obtener la mejor combustión del carbón con la menor emisión posible de óxido nítrico para el cuidado del medio ambiente.
Este contenido se hizo gracias al apoyo de la comunidad de El Destape. Sumate. Sigamos haciendo historia.
La obra implicó además desafíos logísticos y de emplazamiento, dado que, conjuntamente a las calderas se utilizaron 30.000 toneladas de fierro (equivalente a una distancia de 120 kilómetros), 63.000 metros cúbicos de hormigón y 450 km de cables. De esta manera y por la envergadura de la obra se requirió importante ingeniería para el movimiento de los equipos junto al traslado de personal de más de 1.000 empleados por mes desde distintos puntos del país.
La Central Río Turbio se encuentra a 3.000 km de Buenos Aires, en el extremo sur continental de nuestro país. Por ello, se tuvieron que adaptar los procesos, con el correspondiente armado de la infraestructura necesaria, para trabajar bajo adversidad climática como la nieve y fuertes vientos propios del lugar. En invierno, dadas las temperaturas extremas de la zona, prácticamente se deben detener las labores debido al congelamiento del hormigón y el suelo.
La ejecución de las obras correspondientes a la construcción de la Central demandará el trabajo de 1.200 obreros calificados, produciéndose picos de 1.500 empleos. En lo que tiene que ver con la operación de la Central, generará 100 puestos laborales directos y 500 puestos indirectos.
Se prevé no obstante la interconexión de los sistemas eléctricos y de transformación de la Central con el Sistema Interconectado Nacional para las próximas semanas. En primer lugar, permitirá energizar la Central para iniciar todas las pruebas para la puesta en marcha, siendo este punto desde donde se proveerá la energía que generada. Paralelamente, esa interconexión permitirá incluir a los pueblos de Río Turbio, 28 de Noviembre y Lucía Duffour al Sistema Nacional, dado que hoy no tienen vinculación.
El Sistema Nacional de Interconexión llega hasta la Cuenca de Río Turbio a través de una línea de 220 kV que une la Central con la Estación Transformadora Esperanza, conectada en ese punto a los 900 kilómetros nuevos de línea de 500 kV que unen Choel Choel-Puerto Madryn-Pico Truncado-Esperanza. Esta megaobra de transporte eléctrico fue construida en el marco del Plan Energético Nacional que ejecuta el Ministerio de Planificación.
Además, avanza la construcción del recinto industrial, el cual proveerá de energía a todo el país a través del Sistema Interconectado Nacional. Este "Plan de Recuperación", lanzado en 2005, cuenta con dos objetivos principales: la construcción de la Central Termoeléctrica a Carbón de 240 Megavatios; y por otro lado, la recuperación integral de la Mina de Carbón, con el fin de abastecer a la mega usina y exportar el excedente. Asimismo, el carbón que utilizará esta Central se caracteriza por su excelente calidad, poder calorífico y por su bajo contenido de azufre.
Mina de carbón
El proyecto recuperación de la mina apunta a alcanzar la producción de 2 millones de toneladas de carbón mineral por año, de las cuales 1,2 millones se destinarán al consumo de la Central Eléctrica y, las 800 mil restantes al mercado local o internacional. El yacimiento tiene reservas probadas para operar esta Central durante 346 años y probables por más de 700 años.
En la actualidad pudo renovarse por completo un frente largo de explotación minera, incorporando otros dos totalmente nuevos, con un tercero en pleno proceso de montaje y un cuarto recién adquirido. Además, se obtuvieron seis tuneleras nuevas para liberar reservas para los próximos 40 años. Este equipamiento garantiza el abastecimiento de carbón de la usina de 240 megavatios cuando ésta se encuentre en funcionamiento.
El carbón en bruto que se utilizará, proveniente de la mina, no tendrá la necesidad de ser depurado. Se empleará un sistema de aero-refrigeración y calderas con la tecnología de "Lecho Fluido" mencionada anteriormente.
Además, se podrán obtener 350 toneladas diarias de cemento puzolánico (cenizas), útiles para la fabricación de bloques, ladrillos, pavimento articulado, adoquines, baldosas, entre otros. El costo de la generación será muy competitivo e, incluido el carbón, rondará los 85 u$s/Mwh.