Hoy en día, ¿quién no se ha vuelto adicto a las redes sociales? Todo pasa por ellas. Si no se tiene algo de actividad en alguna de las más usadas (Twitter e Instagram; Facebook dejó de tener un público juvenil masivo) se queda completamente excluido de círculos sociales y laborales. Y aunque cueste admitirlo, a casi todo el mundo le gusta estar pendiente de que publica el otro, cuantos likes y seguidores tiene, si se fue de vacaciones a Mar del Plata o a Disney. Todo pasa por Instagram. Y todos pasamos bajo filtros de selección, aún con nuestros "amigues".
Desde las esferas más altas de la app decidieron que todo debe pasar por la empatía y no por los likes. Para esto ocultaran los likes, de manera que solo el usuario que suba la foto tenga acceso a ellos. Por el momento se trata de un experimento, un test que tuvo éxito en varios países y la plataforma busca instaurar a nivel global.
De a poco, la actualización se expandirá en todas las regiones, y los resultados finales marcarán si el cambio será para siempre o no. A simple vista, los objetivos parecen nobles. En tiempos donde la aceptación es un factor esencial, una decisión así puede sentar un nuevo rumbo para la red social.