Casi un tercio de los directores financieros de las empresas afirman que los riesgos en torno a las elecciones presidenciales del 5 de noviembre en Estados Unidos les han hecho retrasar o reducir sus planes de inversión, en un posible golpe para el crecimiento económico, al menos a corto plazo.
En una encuesta nacional realizada conjuntamente por los Bancos de la Reserva Federal de Atlanta y Richmond y la Fuqua School of Business de la Universidad de Duke, el 21% de los 479 directores financieros que respondieron afirmaron que sus empresas habían pospuesto inversiones debido a la "incertidumbre relacionada con las próximas elecciones presidenciales y al Congreso de Estados Unidos".
Algo más del 15% afirmó haber reducido sus planes.
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Las empresas podían elegir más de una respuesta, por lo que las categorías pueden solaparse, pero en general un 30% afirmó que la incertidumbre relacionada con las elecciones había afectado de algún modo a los planes de inversión. Algo más del 64% afirmó que no había tenido ninguna repercusión.
Brent Meyer, economista de la Fed de Atlanta, y Daniel Weitz, director de la encuesta, señalaron que las empresas más afectadas por la incertidumbre electoral tendían a ser menos optimistas sobre las perspectivas y tenían menos probabilidades de invertir con el fin de aumentar la capacidad o sustituir y/o reparar los activos existentes. Estas empresas también eran más propensas a invertir en equipos y estructuras/terrenos con fines de reducción de costos".
Estas empresas tampoco esperaban compensar el menor crecimiento de este año en 2025, escribieron Meyer y Weitz.
La encuesta, que se realiza trimestralmente, mostró que el 69% de los directores financieros encuestados afirmaron ser optimistas con respecto a su propia empresa y el 60% con respecto a la economía estadounidense en general. Los resultados de ambas preguntas fueron prácticamente los mismos que en el segundo trimestre.
Pero los resultados también sugirieron que para una parte significativa de las empresas, el entorno político del país y la reñida elección entre la vicepresidenta Kamala Harris, candidata presidencial demócrata, y el expresidente Donald Trump, aspirante republicano, habían hecho que el dinero se mantuviera al margen.
La encuesta no planteaba preguntas de carácter partidista para tratar de entender si los directores financieros consideraban que Harris o Trump eran mejores para la economía o sus empresas.
Pero ante una lista de temas políticos, alrededor del 60% dijo que, en el contexto de la votación del 5 de noviembre, la "política regulatoria" era su principal preocupación, mientras que alrededor del 59% citó la política monetaria y el 54% dijo que era la política fiscal de las empresas.
La política monetaria ha encabezado la lista de preocupaciones de los directores financieros durante más de un año, un periodo que coincidió con la determinación de la Reserva Federal de mantener las tasas de interés en territorio restrictivo para domar la elevada inflación. El banco central estadounidense empezó a recortar los tipos la semana pasada.
La inflación ha descendido en la lista de preocupaciones de los directores financieros, ya que sólo el 8% la cita como su principal preocupación.
Con información de Reuters