Las autoridades de Rusia aseguraron este jueves que los "especialistas" enviados por Bielorrusia a la central nuclear de Chernobil, emplazada en territorio ucraniano pero en manos de las tropas rusas, lograron restaurar el suministro eléctrico.
Así lo confirmó el viceministro de Energía de Rusia, Yevgeni Grabchak, en declaraciones a la prensa, según la agencia de noticias Europa Press.
"La línea de transmisión entre Mozir y Chernobil tiene electricidad", indicó Grabchak en relación a la ciudad bielorrusa que se encuentra a pocos kilómetros de la frontera.
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"Gracias a las acciones del personal que opera ahora mismo la planta ha sido posible suministrar energía a la central nuclear", aseguró, de acuerdo con un reporte de la agencia de noticias Interfax.
Horas antes, la empresa energética ucraniana Ukrenergo aseguraba que "no necesita la ayuda de Bielorrusia para reparar la línea de alto voltaje, dañada por los ataques con artillería rusos y que alimenta a la central nuclear de Chernobil", aunque si pidió "un alto el fuego para iniciar las reparaciones".
Ucrania había acusado el miércoles a la ofensiva rusa de dejar sin electricidad la central nuclear, que incluye equipos de control de radioactividad.
En contraposición, Rusia sostuvo lo opuesto.
Debo señalar con gran pesar que los nacionalistas ucranianos cometieron otra provocación, una provocación extremadamente peligrosa. Atacaron la subestación y las líneas eléctricas que alimentan la planta de energía nuclear de Chernobil, aseguró el viceministro de Defensa de Rusia, Nikolai Pankov, según la agencia rusa Sputnik.
Además, aseguró que sus expertos actuaron para cambiar los generadores de reserva que, según el canciller ucraniano, Dmitro Kuleba, tiene una "capacidad de 48 horas".
Pese a las alarmas ucranianas, el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) dijo que, aunque la suspensión eléctrica violaba "el pilar clave de seguridad de garantizar una provisión eléctrica constante", no veía un "impacto crítico sobre la seguridad", informó la agencia de noticias AFP.
Un reactor de Chernobil explotó y se incendió en 1986, en el accidente nuclear más importante de la historia.
La planta se cerró en 2000, pero el sitio desierto aún almacena combustible nuclear gastado de Chernobil y otras plantas nucleares en Ucrania.
Los expertos advirtieron sobre consecuencias catastróficas si la guerra interrumpe el suministro de energía a las bombas que mantienen frío el combustible radiactivo.
No obstante, según dijo el OIEA en un comunicado, "la carga térmica de la piscina de depósito de combustible usado y el volumen de agua de enfriamiento son suficientes para garantizar una evacuación eficaz de calor pese a que no haya electricidad".
La planta está situada en el norte de Ucrania, cerca de la frontera con Bielorrusia, unos 140 kilómetros al norte de Kiev, la capital, y fue tomada por fuerzas rusas el 24 de febrero, el primer día de la invasión del país vecino.
Más de 200 técnicos y guardias están bloqueados en el lugar y llevan trabajando 14 días seguidos bajo vigilancia rusa.
El OIEA, que tiene su sede en Viena y es presidido por el argentino Rafael Grossi, pidió a Rusia permitir la rotación del personal porque el descanso y los horarios regulares de trabajo son cruciales para la seguridad del sitio.
Rusia tomó control de otra planta nuclear en Ucrania en el marco de su invasión, la de la ciudad de Zaporiyia, que es la más grande de Europa.
La semana pasada, la central sufrió un incendio de varias horas en medio de combates entre fuerzas de Rusia y Ucrania que tuvo en vilo a Europa hasta que fue extinguido y las autoridades anunciaron que no había habido fugas radiactivas.
Con información de Télam