La Guardia Nacional de Texas desplegó en las últimas horas unos 400 militares en la ciudad de El Paso, fronteriza con México, tras la decisión de la Corte Suprema de Justicia de Estados Unidos de mantener un bloqueo al ingreso de migrantes indocumentados instituido por el gobierno de Donald Trump, una medida tomada ayer sobre la hora que echó por tierra con un fallo anterior impulsado por el presidente Joe Biden.
A pocas horas de que expirara el llamado Título 42, una ley sanitaria activada con la pandemia de Covid-19 por Trump y que autoriza la expulsión inmediata de todo migrante irregular detenido en las fronteras terrestres, el tribunal estadounidense ordenó ayer extender su vigencia, en lo que constituyó una derrota para Biden y para activistas proinmigración.
El fallo llegó luego de que el Gobierno demócrata de Biden lograra la semana pasada que una corte de apelaciones ratificara que la vigencia del Título 42 expiraría al final del día de hoy, y rechazara un recurso para extenderla.
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Desde la semana pasada, centenares de migrantes de diversas nacionalidades esperan su turno en la frontera entre México y Estados Unidos para pedir asilo a las autoridades estadounidenses.
En un texto de una sola página, el presidente de la Corte Suprema, el juez John Roberts, concedió una suspensión de la expiración de la medida hasta nueva orden y pidió al Gobierno responder antes de las 17 de hoy, informó la cadena CNN.
"Unos 400 soldados de la Guardia Nacional de Texas aterrizaron en El Paso para facilitar la migración masiva anticipada que se debe a la expiración del Título 42", señala el comunicado de la Guardia Nacional de Texas en su cuenta de Twitter.
Se subraya que "los soldados ayudarán a disuadir a los migrantes ilegales que cruzan desde (las ciudades de) Juárez, Chihuahua, (México), hacia Estados Unidos", recogió la agencia Sputnik.
El sábado, el alcalde del El Paso, Oscar Leeser, declaró el estado de emergencia ante los problemas para lidiar con la enorme ola de migrantes que siguen llegando a la ciudad.
El Título 42 data de 1893, con la idea de proteger a la Unión de las recurrentes epidemias de cólera y fiebre amarilla, aunque rara vez fue invocado.
El expresidente Donald Trump (2016-2022) lo activó el 20 de marzo de 2020 para poder deportar sin demora a los migrantes indocumentados detenidos en las fronteras terrestres, lo cual afectó sobre todo a los solicitantes de asilo.
Existe una orden judicial en Washington que prohíbe el uso del Título 42 para expulsar a familias que enfrentarían persecución o tortura, como pasa con muchos de los solicitantes de asilo que llegan a la frontera sur.
La Oficina de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) asegura que la situación de la Covid-19 está bajo control en Estados Unidos, por lo que varios activistas coinciden en que las trabas al levantamiento del Título 42 son pretextos con fuertes dosis de xenofobia y populismo.
Mientras tanto, miles de migrantes se agolpaban esta mañana en el paso fronterizo desolados y frustrados, describió la agencia de noticias AFP.
"Es una gran tristeza saber que no podemos pasar", dijo Edward Acevedo, venezolano de 41 años, a los pies del muro que separa Ciudad Juárez de El Paso.
"Hemos pasado por la selva, por hambre y frío, muchas calamidades", agregó el hombre que duerme junto a decenas de migrantes en un refugio improvisado en la casa de un pastor en Juárez.
"¡Somos seres humanos! ¡Somos de carne y hueso! ¿cómo le explicamos eso a los jueces y a los gobernadores?", irrumpió indignado a su lado su compatriota Juan Delgado, de 38 años, vistiendo apenas un pullover frente a un despiadado frío de casi cero grados centígrados.
Con información de Télam