El Departamento de Justicia de Estados Unidos anunció el martes la restricción al FBI y otras agencias de seguridad federales del uso del estrangulamiento para reducir a sospechosos y de la ejecución de órdenes de allanamiento de casas sin aviso previo.
"El aumento de la confianza entre las fuerzas del orden y el público al que servimos es fundamental para nuestra misión en el Departamento de Justicia", dijo el fiscal general, Merrick Garland.
"Las limitaciones implementadas hoy sobre el uso de 'llaves de estrangulamiento', 'restricciones carotídeas' y órdenes de entrar 'sin llamar', junto con la reciente expansión de cámaras corporales a los agentes federales del DoJ (Departamento de Justicia, por sus siglas en inglés), son algunos de los pasos importantes que estamos dando para mejorar la seguridad y la rendición de cuentas de las fuerzas del orden", agregó.
Las tácticas policiales que involucran estos métodos se han convertido en motivo de controversia en todo el país, en medio de pedidos de reformas para abordar el racismo sistemático en la policía contra la comunidad negra.
En junio, el exagente de policía de Mineápolis Derek Chauvin fue sentenciado a 22 años y medio de prisión por matar a George Floyd presionado una rodilla sobre su cuello. La escalofriante muerte fue grabada en video, mientras Floyd gritaba repetidas veces "no puedo respirar".
Por otra parte, en Louisville, Kentucky, la policía disparó y mató a Breonna Taylor después de ejecutar una orden judicial entrando a su domicilio sin avisar.
Según la nueva política del departamento, las fuerzas de seguridad federales prohibirán las retenciones con estrangulamiento a menos que esté autorizada la fuerza letal.
El uso de allanamientos sin avisar también se reducirá y, en los casos en que sean necesarios, los agentes federales deberán buscar la aprobación de los altos funcionarios del departamento antes de recurrir a este procedimiento.