El presidente Volodymyr Zelenskiy firmó el martes un decreto para aumentar las fuerzas armadas ucranianas en 100.000 efectivos durante tres años y elevar el salario de los soldados, mientras líderes europeos se alineaban para respaldarle en su disputa con Rusia.
Zelenskiy pidió a los legisladores que mantuvieran la calma y evitaran el pánico, diciendo que ordenó el aumento "no porque vayamos a tener pronto una guerra (...) sino para que pronto y en el futuro haya paz en Ucrania".
Rusia ha concentrado más de 100.000 soldados cerca de las fronteras de Ucrania, aunque niega que tenga planes de invadirla, una acción que Estados Unidos y sus aliados han advertido que desencadenaría duras sanciones.
Las fuerzas armadas ucranianas cuentan actualmente con unos 250.000 efectivos, frente a los 900.000 de Rusia. Ucrania dijo que estaba trabajando con Polonia y Gran Bretaña para reforzar la cooperación "en el contexto de la actual agresión rusa".
En una visita a Kiev, el primer ministro polaco Mateusz Morawiecki dijo que Varsovia ayudaría a Ucrania con suministros de gas y armas, así como con ayuda humanitaria y económica.
"Viviendo cerca de un vecino como Rusia, tenemos la sensación de vivir al pie de un volcán", dijo Morawiecki, prometiendo a Ucrania munición de artillería, bombas de mortero, sistemas portátiles de defensa aérea y drones de vigilancia.
El primer ministro británico, Boris Johnson, llegó a Kiev para reunirse con Zelenskiy a última hora del martes, en el marco de una muestra de apoyo occidental destinada a convencer al presidente ruso, Vladimir Putin, de que pagará un alto precio por cualquier agresión.
"Instamos a Rusia a dar un paso atrás y a entablar un diálogo para encontrar una solución diplomática y evitar más derramamiento de sangre", dijo Johnson en unas declaraciones publicadas antes de su llegada.
"Como amigo y socio democrático, el Reino Unido seguirá defendiendo la soberanía de Ucrania frente a quienes pretenden destruirla", agregó.
Occidente había rechazado la semana pasada formalmente las exigencias rusas de impedir que Ucrania se incorpore a la OTAN y de retirar las fuerzas de la alianza del este de Europa, al tiempo que se mostró dispuesto a hablar sobre el control de armas y las medidas de fomento de la confianza.
Rusia aún no ha señalado su próximo movimiento, y el Kremlin reiteró que Putin responderá "cuando lo considere necesario".
Putin dijo la semana pasada que Estados Unidos y la OTAN no habían atendido las principales demandas de seguridad de Moscú, pero que Rusia estaba dispuesto a seguir hablando.
SOLUCIÓN "SOSTENIBLE Y DURADERA"
El mandatario ruso habló por teléfono con el primer ministro italiano, Mario Draghi, cuya oficina dijo que los líderes coincidieron en la necesidad de encontrar una solución "sostenible y duradera" a la crisis y de reconstruir un "clima de confianza mutua".
La oficina del primer ministro italiano dijo que Draghi destacó la importancia de reducir la tensión en Ucrania "a la luz de las graves consecuencias que tendría una nueva escalada de la crisis".
A pesar del aumento de las tropas rusas, Zelenskiy ha rechazado en varias ocasiones las advertencias de Estados Unidos y otros aliados de la OTAN de que Rusia podría atacar en cualquier momento.
"Debemos estar unidos en la política interior. Se puede estar en oposición al Gobierno, pero no se puede estar en oposición a Ucrania", dijo Zelenskiy a legisladores.
"Puedes despreciar... al gobierno, al presidente, pero no puedes despreciar a tu propio pueblo, sembrar el pánico para obtener beneficios políticos, mantener a la gente en estado de alarma".
Cualquier sanción a Moscú se sumaría a las impuestas a Rusia tras la anexión de Crimea y el apoyo a los separatistas que luchan contra las fuerzas gubernamentales en el este de Ucrania en 2014, pero la dependencia de Europa del suministro energético ruso debilita la mano de Occidente.
Moscú sostiene que la incorporación de 14 nuevos miembros de la OTAN en Europa del Este desde la Guerra Fría supone una amenaza para Rusia, y que la OTAN está violando un principio internacional acordado según el cual los países no deben reforzar su propia seguridad a expensas de otros.
(Reporte adicional de Dmitry Antonv y la redacción de Moscú; Editado en español por Javier López de Lérida)