En 2020 se registraron 258.209 muertes por Síndrome Respiratorio Agudo Severo (SRAS) en Brasil, entre los que se incluyen los casos de COVID-19, según datos de la Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz). Esto representa casi 253 mil muertes más de lo esperado para el año con base en lo ocurrido en 2018 y 2019, cuando se registraron 5200 en promedio, y 67.000 más de los 196.649 muertes reportadas solo por el virus pandémico.
Según Diego Xavier, investigador del Laboratorio de Información en Salud del Instituto de Comunicación e Información en Salud de la institución, "la mayor parte de esta cifra está potencialmente subestimada por el covid-19". Ahora estos datos serán cruzados con otras bases para analizar realmente la escala del subregistro.
Entre las posibles hipótesis se baraja que, sobre todo al inicio de la pandemia, los profesionales de la salud se volvieron más sensibles ante ciertos síntomas y prefirieron adoptar el diagnóstico de COVID, ya que en ese momento, había menos información disponible sobre el virus respiratorio.
Además, la falta de pruebas y equipos preparados para analizar las colecciones también dificultó el diagnóstico. Con los datos del Sistema de Información de Mortalidad se podrá verificar si hubo una disminución en el número de muertes por problemas cardíacos, neumonía, tuberculosis, influenza, y verificar cuánto de este aumento refiere a un diagnóstico erróneo.
Mientras tanto, Brasil sumó el lunes más de 500 muertes por covid-19 lo que hace que la cifra total desde el inicio de la pandemia se acerque a las 197.000 muertes, según los datos oficiales del ministerio de Salud.
Según la actualización de datos difundida el lunes, en las últimas 24 horas el país registró 543 nuevos fallecimientos, la cifra total es de 196.561 y la incidencia acumulada por cada 100.000 habitantes es de 92,2 muertes. El número de casos confirmados aumentó en 20.006 y ya son 7.753.752 los brasileños que contrajeron la enfermedad desde el inicio de la pandemia.
De confirmarse este subregistro, Brasil podría llegar a los casi 1200 muertos por millón de habitantes, muy por encima de lo que hoy ostenta Argentina, con 961 muertos por mayor.