Es bastante frecuente observar que algunas personas decidan comprar una cantidad limitada de verdura para que esta no se comience a pudrir con el paso de los días dentro de la heladera. Aunque la idea podría comenzar a considerarse como anticuada porque existen tres trucos muy fáciles de aplicar para que los alimentos se conserven y no pierdan el sabor que tanto los caracteriza.
Así como cada alimento necesita de un trato especial, las verduras demandan de un cierto cuidado una vez que fueron sacadas de la verdulería. Esto es producto de que no todas tienen el mismo mantenimiento. Algunas exigen un lugar oscuro para mantenerse, mientras que otras dependen de un envoltorio para que no se vayan pudriendo con el paso de las horas.
"Mi heladera cuando viva sola y nadie me rompa las pelotas", expresó Lowcalspalo como figura usuario de X (Ex Twitter). La imagen expone la presencia de tomates, zanahorias, zapallitos, papas, morrones, lechugas y de algunas frutas. Una elección bastante variada y saludable para desarrollar una dieta rica en varios nutrientes.
"Salvo que comas mucho, en 2/3 días tenés todo podrido", respondió un hombre en los comentarios. "Déjenla. Cuando le toque se irá dando cuenta de como le funciona mejor y qué cantidades comprar. Se vale tener la ilusión de tener tu refri lleno de comida y ordenado", agregó una mujer. Varios le recomendaron que adquiera lo justo y necesario o aplicar cambios en la forma de conservación.
¿Cómo conservar la verdura?
En caso de que no se puedan llevar a cabo varias compras y se cuente la posibilidad de hacer una grande, es necesario considerar que no todas las verduras tienen el mismo trato. Si bien, se las pueden colocar en la heladera, lo mejor es darles el cuidado adecuado para que no se pudran y se la tenga que tirar porque no es apta para el consumo.
1) Usar bolsas: algunas verduras necesitan de cierta humedad regulada, y lo mejor es colocarlas en bolsas con un poco de agua. Esta se debe cambiar cada día.
2) Separar los productos: cada alimento debe ir separado, porque no todos tienen el mismo grado de maduración y uno puede terminar afectando la calidad de los demás.
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3) Envases con ventilación: se recomienda tomar una bolsa y realizarle algunos agujeros con el objetivo de que el aire circule para evitar que se genere una excesiva humedad.
Por otro lado, es importante considerar que hay determinadas verduras como son el ajo, la cebolla, la papa, la batata, el boniato y el zapallo que no deben guardarse dentro de la heladera, sino que hay que ubicarlos a temperatura ambiente en un lugar oscuro. La misma recomendación también debe aplicarse para los tomates en caso de que no estén maduros.