Los seis hábitos para cuidarse la piel del frío extremo en invierno que todos deberían hacer, según expertos

Estos son los seis hábitos que todas las personas deberíamos practicar a diario en invierno para proteger la piel de las bajas temperaturas, según expertos en dermatología.

25 de junio, 2025 | 12.12

Durante el frío extremo, es fundamental cuidarse la piel. Las bajas temperaturas pueden causar muchos problemas en la piel, como resequedad, irritación, urticaria, entre otros. La piel es la primera barrera de defensa del cuerpo, por lo que es fundamental seguir los cuidados necesarios indicados por expertos en dermatología. 

Los cambios bruscos de temperatura, la exposición al viento y el cambio de temperatura al salir a la calle e ingresar a lugares cerrados con calefacción son los principales factores del invierno que afectan a nuestra piel, especialmente al rostro y las manos, generando grietas, resequedad, picazón, tirantez, sequía y enrojecimiento. Para evitar todo esto, hay ciertos hábitos que es importante incorporar. 


"El invierno trae consigo un combo de factores que impactan en la salud de la piel: la vasoconstricción disminuye el flujo de oxígeno y nutrientes, y la calefacción reseca el aire de los ambientes, generando una pérdida de humedad en la epidermi", explica la Dra. Andrea Pascual, Dermatóloga del CMC Mendoza de Boreal Salud (MP: 6866).

Seis consejos para cuidar la piel durante la ola polar

  1. Hidratación por dentro y por fuera: tomar suficiente agua durante el día y aplicar cremas hidratantes por la mañana y por la noche, e incluso más seguido si la piel lo necesita.

  2. Limpieza suave: utilice productos hipoalergénicos y evite jabones que puedan alterar la barrera cutánea natural.

  3. Protección solar todo el año: aunque no haya sol, los rayos UV siguen presentes y pueden dañar la piel. Es importante usar protector incluso en invierno.

  4. Labios protegidos: al ser una de las zonas más sensibles, es fundamental hidratarlos varias veces al día con bálsamos específicos.

  5. Cuidado con el calor directo: evite el contacto inmediato con estufas, radiadores o duchas muy calientes, ya que los contrastes térmicos pueden dañar la piel.

  6. Humedad en casa: utilizar humidificadores ayuda a mantener el ambiente equilibrado ya prevenir la sequía provocada por la calefacción.

Consideraciones importantes

Además de incorporar estos cuidados en la rutina diaria, es importante prestar atención a las señales que da la piel. Si aparecen grietas, rojecimiento persistente, picazón o descamación, lo ideal es consultar con un especialista para evitar complicaciones o el agravamiento de afecciones preexistentes, como dermatitis o rosácea.

Por otro lado, la constancia es fundamental. Así como en verano usamos protector solar casi sin pensarlo, en invierno también deberíamos adoptar hábitos que refuercen la salud cutánea. Una piel bien cuidada no solo luce mejor, sino que también protege mejor al cuerpo frente a las agresiones externas. "El frío no solo incomoda: también puede generar consecuencias visibles y molestas si no se actúa a tiempo. La clave está en prevenir, proteger y mantener una rutina de cuidado constante", concluye desde Boreal Salud.