Con el Presupuesto 2026 ya puesto en papel, varias voces del peronismo salieron a advertir sobre el riesgo de seguir sumando niveles de ajuste a una economía que no arranca y a una preocupante realidad con pérdidas de puestos de trabajo, empresas que cierran y salarios a la baja. "Incuban una crisis social de magnitud", aseguró el senador Jorge Capitanich. El jefe del bloque de diputados, Germán Martínez, prefirió centrarse en el recorte del financiamiento educativo y subrayó que desde Unión por la Patria se había lanzado una propuesta alternativa para sostener los fondos para las universidades. Además, este lunes presentaron un proyecto para controlar el endeudamiento externo y la salida de los fondos especulativos de la Argentina.
Los legisladores peronistas prolongaron la discusión que se dio el viernes en el recinto del Senado, donde el oficialismo consiguió la sanción del Presupuesto 2026 sin cambios respecto a lo que había votado Diputados. La semana anterior, en la Cámara baja, el Gobierno había sufrido el rechazo del Capítulo XI entero. Por eso, en el Senado ajustaron las clavijas y se aseguraron no ceder más cambios. Lo consiguieron, incluso con el acompañamiento de algunos senadores del interbloque Popular. "Cuando se cierran pequeñas y medianas empresas y no se consigue empleo, se va incubando una crisis social de magnitud y eso se está generando silenciosa y sigilosamente", marcó Capitanich respecto al proyecto votado. Habló de un modelo de desindustrialización progresiva en marcha, que no derrama nada hacia los sectores populares. "Y si no derrama termina en una crisis terrible", agregó. El senador y ex gobernador chaqueño atribuyó la cantidad de apoyos que consiguió el oficialismo a la distribución de más del 100 mil millones de pesos de ATN y compensaciones del sistema previsional durante las dos semanas que duró el tratamiento del Presupuesto en el Congreso.
Germán Martínez hizo hincapie en el desfinanciamiento de las universidades. "El presupuesto de Milei deja a las universidades al borde del colapso", tituló. Si bien ese aspecto del proyecto enviado por la Casa Rosada se discutió durante la sesión en la Cámara baja, los focos estuvieron puestos en el Capítulo XI, donde el Gobierno pretendía volver a derogar las leyes de Emergencia en Discapacidad y de Financiamiento Universitario. Una preocupación de las bancadas de Unión por la Patria fue marcar en todos los temas una propuesta alternativa a la motosierra a repetición que plantea el modelo libertario. "Garantizar la ley de Financiamiento: recursos por 7,3 billones de pesos para 2026, fondos para carreras estratégicas, becas y paritarias", sostuvo Martínez.
También desde la provincia de Buenos Aires subrayaron que el presupuesto nacional desfinancia actividades claves para el desarrollo, como la ciencia, la tecnología, las universidades y la educación técnica. "Con la derogación de todas estas leyes a partir del artículo 30, se pierde gran parte del financiamiento de esas inversiones en materia de desarrollo científico, tecnológico, universitario, productivo", sostuvo el ministro de Gobierno bonaerense, Carlos Bianco, en su habitual conferencia de prensa de los lunes. A diferencia de las provincias alineadas que comenzaron a recibir fondos de la Casa Rosada, Buenos Aires continúa esperando que le salden la deuda que se va acumulando, que Bianco situó en el orden de los 14,7 billones de pesos.
La senadora jujeña Carolina Moisés fue una de los tres integrantes del subbloque peronista Convicción Federal que votó a favor del Presupuesto de Milei, incluyendo el artículo 30 de reducción de los fondos para educación. Este lunes salió a defenderse en una serie de tuits de las recriminaciones que recibió en las redes sociales durante todo el fin de semana. Curiosamente, habló de una "responsabilidad colectiva" por lo que sucede en el país con Milei y recriminó a los diputados no haber eliminado el artículo 30, tal como habían hecho con el Capítulo XI. "Una ley como esta jamás se modificó en la Cámara de Senadores, ese es el trabajo de los diputados nacionales que dejaron pasar esto", sostuvo. Y agregó: "aunque no lo entiendan, el trabajo de un Senador es defender los intereses de su Provincia, en cambio la tarea de los diputados es buscar lo mejor para la sociedad". Seguramente seguirá recibiendo repercusiones por su voto y, ahora, también por su llamativa defensa.
Elaborado por Itai Hagman -pero con la firma de otros 15 diputados de Unión por la Patria como el propio Martínez, Julia Strada y Agustín Rossi-, este lunes se presentó un proyecto para fijar un nuevo marco de disciplina fiscal y, principalmente, controlar la deuda pública para sostener la estabilidad macroeconómica. La propuesta -que recién podría empezar a discutirse con el inicio de las sesiones ordinarias en marzo- busca ser una respuesta a la iniciativa del oficialismo que finalmente no llegó a tratarse que busca prohibir el déficit fiscal y la emisión monetaria, incluso con delitos penales para quienes la infrinjan. El proyecto de Hagman, en cambio, le permite al Estado gastar cuando entra en una recesión y lo obliga a ahorrar en épocas de crecimiento económico, con una lógica procíclica. En cuanto a la deuda, fija un límite al endeudamiento en moneda extranjera equivalente al 30% del PBI. Por otro lado, establece un plazo mínimo de 180 días para los fondos del exterior que ingresen al país con fines meramente financieros. Es de imaginar que no será del gusto del ministro Luis Caputo.
