La única verdad es la realidad. El primer paso -metodológicamente hablando- es reconocer una dura e inesperada derrota (más dura por inesperada). El segundo paso es pensar con equilibrio. No dejarse ganar por el pánico o por la ira. Porque el pánico lleva a empeorar la derrota.
El primer problema a enfrentar son las tendencias centrífugas. Es decir, el aire para los que no quieren la unidad. Para los que lo aceptaron como una forma particular de salir del atolladero electoral. Y ahora predican "la pureza del kirchnerismo" o el peronismo a secas, es decir el peronismo previo a Néstor y Cristina. Las dos miradas convergen en el fracaso. Hay que volver al mensaje de CFK del 18 de mayo de 2019. Porque ese diagnóstico es el que permitió recuperar Bolivia, sostener a Venezuela y a Cuba, mantener un lugar de independencia en medio de la ofensiva neocolonial. El gran problema que hay que enfrentar es el malestar social.
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Es evidente que el "logro del equilibrio fiscal" no gana elecciones. Y aunque duela hay que reconocer que eso es una buena noticia. Que no se "gastó" lo suficiente en atender demandas urgentes, imperiosas y justas de la gente que la pasa muy mal en la Argentina. Está muy bien tener un mensaje de conciliación con sectores medios y medios altos hartos de la "grieta" pero hay que hacerlo de modo que la unión de les argentines no se consiga agrandando los dolores de los y las postergadxs. Hay que rediscutir de modo urgente la política económica: "Que el crecimiento no vaya al bolsillo de algunos vivos" como dijo Cristina.
Hay que hacerse cargo de que en el país hay una fuerte ofensiva del discurso de la derecha neoliberal fascistoide. Y hay que atender las raíces de esa ofensiva. Hay que hacerse cargo de que no hay una política de comunicación. Que no es cierto que la televisión y la radio pública tengan solamente una función "educativa". Que tienen también una función política. Hay una enorme dispersión política. En parte porque la pandemia coarta formas de la militancia "normal". Pero también porque hay una proscripción interna. ¿Por qué no hay un gran movimiento "popular - estatal" por la libertad de Milagro? ¿Acaso porque se cree que aceptar los abusos de un régimen oligárquico de justicia equivale al respeto por la ley?
La elección primaria y su resultado es una lección. Los que creen en un gobierno "legal, moderado y decente" (es decir manejado por los poderosos) nunca nos van a votar. Hay que ir en busca de los transgresores. Hay que ir en busca de la esperanza, del espíritu de lucha. Por ese camino se pueden perder elecciones. Pero ahora está claro que por el camino de la buena letra con el poder también se puede perder. Y se pierde.
Así que el camino no es el pasaje de cuentas histérico. El camino es la reflexión. Y tiene que desembocar en más unidad. Y también en más decisión en atacar los nidos del neoliberalismo que proponen formas suaves y moderadas de la resignación colonial.