Empresarios del sector hotelero y gastronómico están preocupados por el impacto del tarifazo y la caída en el consumo en el rubro. "Hay menos consumo, la gente cuida más el dinero, esto se nota en los restaurantes y en la cifra de ocupación de los hoteles", expresó Roberto Brunello, presidente de la Federación Hotelera Gastronómica Argentina (FEHGRA).
En declaración realizadas esta tarde al programa La Tarde de Radio, Brunello agregó: "Esto no es nuevo, lo venimos diciendo desde hace 3 años, pero ahora se agrega el problema del tarifazo. El tema es que las reservas están hechas y las plazas han sido vendidas hace 6 meses y al pasajero no se le puede cobrar una diferencia por un aumento en los servicios".
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Según diversos relevamientos efectuados por empresarios y cámaras del sector, también existen graves problemas en el aumento de los costos de proveedores, que llegaron a un acumulado del 30 por ciento en los primeros 4 meses del año, la proliferación de la oferta informal de plazas temporales para turistas y la gran presión tributaria.
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La fuerte suba de las tarifas de los servicios, según estimaron, obligaría a los empresarios hoteleros y gastronómicos a absorber los aumentos, ya que si los trasladaran a precios perderían una gran afluencia de clientes. También se quejan de que en la Ciudad deben pagar la recolección de su basura y la tasa del Ceamse, sin tener un descuento en el ABL, entre otros reclamos.
"Desde los últimos 10 años nuestras empresas deben competir en desigualdad total de condiciones con una oferta informal que supera las 600.000 plazas, que evaden más de 1.000 millones de dólares anuales y están excluyendo del sistema a más de 70.000 trabajadores", sostuvo el presidente de la FEHGRA.
En cuanto a los impuestos, el Estudio Integral de la Carga Tributaria Argentina sobre el Sector de Restaurantes y Hoteles, elaborado por el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF), indicó que la recaudación tributaria consolidada representó en 2015 prácticamente un 37% del PBI, mientras que en 2002 apenas superaba el 18%. Según los empresarios, la carga tributaria argentina termina representando cerca del 40% del precio al consumidor de los servicios de restaurantes y hotelería.