(Actualiza cifras de muertos y agrega declaraciones de Biden, ataque de Hezbollah y lista de objetivos difundido por Israel)
Israel ordenó hoy un "asedio completo" de la Franja de Gaza que detuvo el ingreso de alimentos, combustibles y suministros para sus 2,3 millones de habitantes, mientras redobló sus bombardeos en el territorio palestino gobernado por Hamas luego de los ataques sin precedentes del grupo islamista en territorio israelí.
Tras este ataque, comparado por Israel a los atentados en Estados Unidos del 11 de septiembre de 2001, el Ejército israelí anunció hoy que retomó pleno control de localidades del sur de su territorio donde había combatientes de Hamas, pero admitió que podría haber aún milicianos en la zona.
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De 800 a 900 israelíes, según distintas fuentes, perdieron la vida en el ataque y más de 2.300 resultaron heridos, según nuevos balances de las autoridades. Los milicianos de Hamas mataron a hasta 260 personas que participaban en un festival de música electrónica cerca del enclave palestino, según la ONG Zaka, que ayudó en las operaciones de recuperación de los cadáveres.
Del lado palestino, unas 700 personas murieron por bombardeos israelíes en Gaza y 2.900 quedaron heridas, según el Ministerio de Salud local.
Decenas de miles de soldados israelíes estaban siendo desplegados cerca de la Franja de Gaza, un empobrecido territorio enclavado dentro de Israel y con costa al mar Mediterráneo. Israel lo mantiene bloqueado desde 2007, cuando Hamas tomó su control.
Hamas dijo que lanzó sus ataques cansado del bloqueo, la ocupación militar y colonización israelí de Cisjordania y Jerusalén este -territorios que los palestinos reclaman para fundar su Estado- y de las continuas incursiones militares y detenciones de palestinos en ciudades cisjordanas y en sitios sagrados islámicos de Jerusalén.
El Ejército israelí dijo que, solo anoche, lanzó 500 bombardeos en Gaza a posiciones de Hamas y del grupo también islamista Yihad Islámica, que participó del ataque del sábado pasado, luego de haber atacado ayer más de 1.000 blancos en el territorio.
El ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, ordenó un "asedio completo" del enclave.
"Estamos imponiendo un asedio total a Gaza: ni electricidad, ni comida, ni agua, ni gas, todo cerrado", dijo Gallant en un video.
"Estamos combatiendo contra animales y actuamos en consecuencia", agregó.
En el interior del pequeño territorio, más de 123.000 palestinos se vieron obligados a dejar sus casas, indicó la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (Ocha).
"Lo que Hamas vivirá será difícil y terrible, vamos a cambiar Medio Oriente", declaró el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, quien pidió a la población prepararse para una guerra "larga y difícil".
El primer ministro pidió además a la oposición la formación de un gobierno de unidad nacional sin condiciones para responder a la ofensiva de Hamas.
"Pido a los líderes de la oposición que formen inmediatamente un gobierno de emergencia de unidad nacional sin condiciones previas", señaló Netanyahu en un discurso televisado.
Por otro lado, el Gobierno israelí difundió una nómina de enemigos como referencia para eventualmente eliminarlos, al considerar que son responsables de los ataques de Hamas.
La nómina de blancos a ejecutar incluye también a figuras destacadas de otras organizaciones armadas de Gaza.
El Ejército israelí concentra también sus esfuerzos en salvar a los ciudadanos secuestrados por Hamas, más de un centenar según el Gobierno, algo que nunca había sucedido en la historia del país.
El movimiento islamista dijo hoy que cuatro "prisioneros" capturados murieron en los bombardeos israelíes en la Franja de Gaza, informó la agencia de noticias AFP.
El Ejército israelí no hizo ningún comentario inmediato.
Hamas descartó hoy negociar con Israel un canje de prisioneros por el momento.
"La operación militar continúa; por lo tanto, no hay actualmente ninguna posibilidad de negociación sobre la cuestión de los prisioneros o cualquier otra cosa", dijo Hossam Badran, un miembro de la oficina política del grupo en Doha, según AFP.
El lunes, "varios sospechosos armados" que se habían infiltrado desde el vecino Líbano fueron abatidos por el Ejército israelí, que bombardeó la zona.
Se supo luego que entre ellos había tres milicianos del grupo islamista Hezbollah, que a modo de respuesta bombardeó dos cuarteles israelíes.
"Es de lejos el peor día de la historia de Israel", declaró un vocero del Ejército israelí, para quien el ataque, donde participaron un millar de combatientes, podría ser "a la vez un 11 de septiembre y un Pearl Harbour".
La ofensiva fue condenada por numerosos países occidentales, y Estados Unidos empezó el domingo a enviar ayuda militar a Israel y a dirigir hacia el Mediterráneo a su portaaviones USS Gerald Ford.
Un vocero de Defensa dijo hoy que muy pronto estará la nave en la zona, al frente de un grupo de embarcaciones de la Armada, aunque más tarde el vocero del Pentágono, John Kirby, aclaró que no se enviarían tropas a la región.
"En este momento desgarrador, el pueblo estadounidense está hombro con hombro con los israelíes; recordamos el dolor de los atentados terroristas en nuestro país, y los estadounidenses de todo el país permanecen unidos contra estos actos malvados que, una vez más, se han cobrado la vida de estadounidenses inocentes", afirmó el presidente Joe Biden.
"Washington seguirá mostrando al mundo que el pueblo estadounidense es inquebrantable en su determinación de oponerse al terrorismo en todas sus formas", agregó el jefe de la Casa Blanca.
En tanto, China condenó cualquier acción que atente contra civiles y abogó por un alto el fuego. También Rusia y la Liga Árabe, que rechaza la violencia "de ambos lados" y anunció una reunión de emergencia el miércoles en El Cairo, dijeron que trabajarán para "poner fin al derramamiento de sangre".
El presidente de Egipto, Abdelfatá al Sisi, y el príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohamed bin Salmán, coincidieron en una charla telefónica en que el enfrentamiento "amenaza la estabilidad regional".
Y la Unión Europea (UE) convocó para mañana a un encuentro de cancilleres y decidió suspender los pagos de ayuda al desarrollo a los palestinos.
Irán, que mantiene relaciones estrechas con Hamas y fue uno de los primeros países en aplaudir la ofensiva del grupo islamista, rechazó las acusaciones sobre su papel en la operación y dijo que "se basan en motivos políticos".
Con información de Télam