Ser donante de óvulos
Para ser donante de óvulos hay que seguir unos simples pasos. Lo primero y principal es tomar la decisión de ayudar a otra persona o pareja a cumplir el sueño de tener un hijo. Esta es una elección altruista y solidaria, ya que en muchos países no se recibe una paga por ello. La satisfacción está en ayudar.
Está demostrado por muchos estudios científicos que el hecho de ayudar y sentirse útil para la sociedad, permite levantar el ánimo y autoestima. Ese motivo ya puede ser suficiente razón para tomar la decisión.
Por otro lado, para donar gametos se requieren de análisis exhaustivos para garantizar la buena salud de los óvulos por fecundar. Estos son estudios genéticos de alta complejidad, hormonales, ginecológicos y hasta psicológicos, que sirven para saber el estado general de la salud de la donante.
Tomada la decisión y hechos los estudios, ya sólo son muy pocos los para convertirte en donante.
Paso a paso
La maternidad se ha visto modificada a lo largo del tiempo. Hoy en día se puede decidir el momento propicio para encarar esta hermosa etapa y además se cuenta con el apoyo de la ciencia y leyes vigentes –como la 26.862 en el caso de Argentina– de reproducción asistida.
La práctica de concebir mediante asistencia médica requiere, en algunos casos y dependiendo del tipo de tratamiento, de una donante de óvulos. Ellas son las protagonistas esenciales de un recorrido que generará una nueva vida.
El camino comienza con una entrevista en alguna de las clínicas o bancos de óvulos certificados por el estado para llevar a cabo la donación. Concretada la entrevista se pasa a la siguiente fase.
La importancia de realizarse todos los estudios requeridos radica en que hay que garantizar a la receptora del óvulo fecundado ciertas compatibilidades genéticas y asegurarse que el embrión no va a desarrollar alguna patología congénita. Se tiene mucho cuidado en las clínicas de reproducción a estas cuestiones.
Los estudios consisten en ecografía transvaginal y mamaria, electrocardiograma, tests genéticos e infectológicos, entre otros establecidos por la institución donde se va a llevar a cabo el tratamiento. Además, también se cuenta con apoyo psicológico para dar cuenta del óptimo estado de salud psicofísico de la donante.
De dar bien todos los estudios, se procede a la fase de estimulación ovárica controlada que se trata de, justamente, estimular los ovarios de la donante mediante un tratamiento hormonal con las hormonas gonadotropinas como la FSH y LH. Esto comienza apenas arranca el ciclo menstrual de la mujer.
La colocación del medicamento se realiza diariamente con inyecciones subcutáneas. Esto puede realizarlo la mujer en su casa y no requiere traslado a la clínica. Eso sí, durante el tiempo que dura la este tratamiento –aproximadamente 10 días– se debe concurrir a la clínica para que mediante ecografía se observe el crecimiento de los ovocitos.
Al llegar al momento de tamaño y cantidad adecuadas –unos 20 óvulos de entre 18 y 20 mm. cada uno– se aplica una inyección para desatar la ovulación que consiste en la hormona hCG. Con esto se culmina el suministro de inyecciones y se pasa a la extracción.
Para concluir con el proceso de ser donante de óvulos, la mujer debe someterse a un breve procedimiento, de no más de media hora, en la cual estará bajo sedación total. En este momento es el/la ginecólogo/a quien realiza una punción en el ovario y aspira los óvulos que serán fecundados.