Como parte de las celebraciones que se realizarán en nuestro país por el bicentenario de las relaciones diplomáticas con Colombia, se presentará por primera vez en la Argentina Bambarabanda, grupo oriundo de la suroccidental ciudad de Pasto, que indaga ritmos autóctonos de la región desde un lenguaje y una estética que combinan con naturalidad la tradición y la modernidad.
El popular combo actuará mañana, jueves 20 de julio, a las 20, en La Ballena Azul del Centro Cultural Kirchner, junto a la local Orquesta Sinfónica Juvenil Nacional José de San Martín; y el domingo 23 ofrecerá, desde las 16, un concierto gratuito al aire libre, en su formato habitual, en la esquina de Avenida de Mayo y Bolívar, en el marco del encuentro Buenos Aires Celebra Colombia.
"Hace muchos años que queremos venir y por fin se dio esta oportunidad a partir de esta posibilidad de compartir música con la Orquesta con la que vamos a tocar. Tenemos mucha emoción de venir y poder hacer nuestra música", se entusiasmó en diálogo con Télam Pablo Muñoz, uno de los integrantes de esta formación.
Este contenido se hizo gracias al apoyo de la comunidad de El Destape. Sumate. Sigamos haciendo historia.
Será una oportunidad para el público local de tomar contacto, en dos formatos diferentes, con distintos géneros musicales tradicionales que circulan por América latina y sus consecuentes influencias, a cargo de una agrupación que realiza desde hace alrededor de 20 años una suerte de "antropología sonora".
En tal sentido, Bambarabanda pone en evidencia que Colombia no solo es sinónimo de cumbia, sino que cuenta con una diversidad estilística producto de influencias que van desde la música andina, la amazónica y el afro hasta el rock y sus vertientes.
"Hay mucha dominación de lo comercial en este momento, entonces es importante que estas voces se mantengan; que demuestren que, en este mundo nuevo, tienen voz y voto. La riqueza musical de lo que hemos ido explorando ha ido potenciando la voz de lucha y de protesta que manifestamos en nuestros inicios", postuló Muñoz, quien de esta manera también deslizó que hay una postura política en estos abordajes.
En una entrevista con esta agencia, el músico brindó detalles de estos dos conciertos celebratorios de la amistad entre los dos países y desmenuzó el trabajo de investigación sonora que realiza Bambarabanda.
Télam: ¿Qué podés anticipar del concierto en conjunto con la Orquesta Sinfónica en el CCK?
Pablo Muñoz: Será un concierto en el que vamos a mostrar nuestras canciones en un formato más grande. No será un formato en el que la Orquesta acompañará a la banda, sino que los arreglos están pensados para que los dos tengan protagonismo. De parte de la Orquesta hubo un equipo de trabajo que estuvo en contacto con nosotros trabajando en estos arreglos que tienen un poder muy especial. La música sinfónica tiene esa magia de poder cargar mucha emotividad y mucha fuerza; le aporta una escenografía muy emotiva también.
T: ¿Cuál es la resultante del encuentro de estos dos mundos musicales: el popular y el académico?
PM: El diálogo que se genera entre esos mundos musicales es muy interesante. Colombia se ha caracterizado en el extranjero por poner la imagen de la cumbia o el bambuco, pero como tenemos un país tan diverso en cuanto a su influencia cultural, a sus rítmicas, a su organología, porque tenemos muchos cordófonos, instrumentos de percusión, idiófonos, vientos, es algo muy rico para explorar. Creo que el hecho de adaptarlo al formato orquestal no le quita esa parte expresiva o emotiva; porque uno puede pensar que la música sinfónica es un poco más fría o académica, pero hemos visto últimamente que las orquestas se están acercando mucho a la música popular. Me parece muy interesante que estos procesos ocurran. Son mundos que se necesitan, que se han ido retroalimentando entre ellos y, si no existiera uno, no existiría el otro. Por eso es importante que exista ese dinamismo musical.
T: En este contexto, entiendo que será en el show del domingo en donde el público local tendrá la posibilidad de ver a Bambarabanda en su estado natural.
PM: Allí estará solo la banda con un repertorio abierto a la parte urbana. Nuestro repertorio se enfoca más en la música de Latinoamérica porque Pasto es muy cercano a la cultura del sur de Latinoamérica. La idea es acercarnos de una forma más íntima en el formato que tenemos normalmente, y entregar nuestra música para que la gente pueda disfrutarla. Nuestra música es muy familiar, está enfocada a todos los públicos. No apuntamos a un rango de edades en especial, sino que se adapta muy bien a todas las edades.
T: ¿Cómo es el trabajo en el grupo para actualizar sonidos y estéticas ancestrales?
PM: Tenemos mucho conocimiento de pedagogía porque trabajamos de eso. También tenemos conocimientos de la producción audiovisual, además de interés en explorar los diferentes instrumentos. Pienso que esas ganas de coaccionar y de buscar esos sonidos son llamativos; entonces hemos sabido poner los puntos clave para que sea atractivo para nosotros y para el público. Es muy importante el rol de nuestras vocalistas, que se han interesado en buscar y explorar esa naturaleza dentro de la voz, que es muy importante en la narrativa de nuestras canciones. También con el acompañamiento de la guitarra, porque si hay una columna en nuestra música, es la percusión y las partes de guitarra, que en la música latinoamericana se ha desarrollado bastante. Pienso que eso hace que la gente conecte más con una parte sentimental porque son sonidos familiares en relación a las músicas nuevas.
T: ¿Hay también una intencionalidad de derribar ese estereotipo que asocia a Colombia solo con la cumbia?
PM: Colombia es un país muy diverso, no solo en la música, sino también en la vestimenta, los acentos. Si bien hemos tocado cumbia, vemos que la música colombiana ha ido abriéndose camino en el mundo con muchos géneros. Está la parte de los llanos orientales cercana a la influencia de la música venezolana, está la parte de la costa pacífica que también se ha vuelto más conocida. Bambarabanda es representante del sur occidente, que ha sido la zona más olvidada de la música colombiana; pero es muy importante porque representamos a la música del Putumayo, del Cauca, de Nariño, que es nuestra región. Hay una parte que está relacionada con lo afro, no solo con lo andino. La música se va alimentando y tenemos mucha influencia de la música del sur, estamos cerca de Ecuador. Esto nos ha conectado con instrumentos como el charango, la zampoña, la quena. En Colombia, la diversidad es bastante y nosotros estamos como representantes de todo ese bagaje cultural. También tocamos cumbia, pero a nuestra forma. Queremos que se conozca nuestra música en todo el mundo y esa es nuestra misión en este momento.
Con información de Télam