El Índice de Precios Industriales (IPRI) en España marcó un récord en 45 años al registrar un incremento del 35,9% anual en diciembre, según difundió hoy el Instituto Nacional de Estadística (INE) español.
La disparada en los precios que se pagan en la industria fue la más alta desde que comenzó la serie estadística en enero de 1976, e implicó una aceleración respecto de las cifras de noviembre cuando la suba fue del 32,2%.
Al igual que en los precios al consumidor, la energía fue el factor más influyente en el incremento de los valores, con subas en los costos de un 95,9% anual.
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Tanto la producción, como el transporte y la distribución de la energía, marcaron subas récord en los últimos meses tanto en España como en otros países de Europa, impactando en las facturas de los pequeños y grandes consumidores.
En menor medida registraron alzas los bienes de consumo no duradero, con una suba interanual del 5,3% (nueve decimas superior a la de noviembre), siendo impactados, sobre todo por la suba en el valor de la elaboración y procesado de productos cárnicos.
Por su parte, los bienes intermedios alcanzaron un incremento del 20,6% (dos décimas más que en noviembre), debido mayormente a los aumentos en la fabricación de productos para la alimentación animal, de molinería, almidones y productos amiláceos, productos básicos de hierro, acero y ferroaleaciones; y productos de plástico.
En tanto, el índice mensual registró un alza de 3,8% con un incremento del 8% en la energía, 1,4% en bienes intermedios y 0,7% en bienes de consumo no duradero.
Luego de un 2020 deflacionario, los precios en el eslabón industrial español comenzaron un repunte sostenido desde principios de 2021.
Parte de los incrementos se trasladan al consumidor: el IPC marcó un 6,5% anual en diciembre, récord desde 1992, según indicó la misma entidad hace dos semanas.
Los problemas en las cadenas de suministro globales, las subas de los precios del transporte marítimo y las commodities energéticas y alimenticias; así como el encarecimiento del gas son algunos de los motivos que explican las recientes alzas.
Mientras la inflación promedio durante el 2021 fue del 3,08% (por encima de la meta del 2% del Banco Central Europeo), los salarios sólo registraron un incremento promedio del 1,47%, reflejando una pérdida del poder adquisitivo.
Se trata de un fenómeno similar al que ocurre en otros países: en los Estados Unidos, con inflación récord desde 1982, el poder de compra cayó un 2,4% promedio, pese a los incrementos de salarios, según indicó el Departamento de Trabajo en Washington.
Con información de Télam