Estar “engripado/a” era sinónimo de otoño/ invierno. Pero ahora, a los numerosos desastres que introdujo la pandemia del coronavirus se suma un efecto inesperado: el retorno anticipado de la gripe, que se había ausentado en las temporadas 2020/2021.
Desde fines del año pasado, empezó a circular el virus de la influenza en versión H3N2. De hecho, pese a que las temperaturas aún son cálidas, el ascendente número de casos registrados en las últimas semanas en Buenos Aires, Salta, Santa Fe, Tucumán, Jujuy y Ciudad de Buenos Aires dio lugar a una alerta epidemiológica del Ministerio de Salud de la Nación instando al personal de salud a estar atento a este cuadro que se presenta con síntomas muy similares a los del Covid.
Desde el Ministerio de Salud Pública de Salta informaron que en la última semana de febrero se detectaron 2.796 casos de enfermedad tipo Influenza (ETI), una cantidad mucho más alta que la de los últimos cinco años.
El jefe del programa de Vigilancia Epidemiológica, Francisco García Campos opinó que “no es habitual que estando aún en verano ya tengamos casos confirmados de Influenza A”. En esa provincia se notificaron casos en 12 de los 23 departamentos. “Sobre un total de 1441 muestras estudiadas, en 577 se detectó virus influenza A (40%), en 30 se confirmó el subtipo H3 y en 20 hubo coinfección con SARS-CoV-2”, dijo García Campos.
En declaraciones al sitio 0223, de Mar del Plata, Mariano Irigoin, jefe de Emergencias del Hospital Interzonal Especializado Materno Infantil, dijo que hay una inusual cantidad de niños con gripe A “que es un poco raro para la época”. Y en Rosario, el infectólogo Matías Lahitte, integrante de la secretaría de Salud Pública de esa ciudad también afirmó al diario La Capital que estaban en presencia de un anticipo de casos de gripe A.
Aunque se la subestima como un resfrío un poquito más fuerte de lo normal, la influenza o gripe no es una infección banal. Puede incapacitar para realizar tareas laborales y derivar hacia cuadros más complicados, como la neumonía.
“En todo el mundo ocurrió algo absolutamente inusual –cuenta Pablo Bonvehí, jefe de Infectología de Cemic e integrante de la Sociedad Argentina de Infectología–: desde marzo de 2020 hasta fines del año pasado no hubo prácticamente detecciones de influenza ni de otro virus respiratorio, fuera del SARS-CoV-2. Lo que se vivió en los últimos dos años fue algo histórico. El parate que hubo en la movilidad, la socialización, las actividades educativas y laborales, más el uso de barbijo, hicieron que el resto de los virus también hayan tenido menos posibilidad de transmitirse. En la medida en que empezaron a relajarse las medidas de distanciamiento social y aumentaron los viajes, volvieron a circular y ya para octubre del año pasado en el Hemisferio norte (en el otoño/invierno boreal) empezó a haber más casos de influenza”.
En su informe, el Ministerio de Salud indica que ya desde el fin de noviembre empezaron a detectarse en el país. En las primeras seis semanas de 2022, ya había más de 160 casos notificados (100 de los cuales fueron subtipificadas: un 99% fueron de influenza A H3N2 y 1% influenza A H1N1). “Seguramente hay bastantes más, algo que también es inusual para esta época del año, porque si bien en verano puede haber algunos casos, son aislados –aclara el especialista–. Habría que ver si en todos los diagnosticados se pudo hacer la detección de gripe, que también se hace por PCR y antígenos, como la de Covid. Hasta ahora, ésta estaba concentrada en la pandemia, pero estamos viendo que hay gente que viene con síntomas de Covid, que son prácticamente iguales a los de influenza, y algunos son positivos para esta última”. Hasta mediados de febrero, fueron más frecuentes en chicos menores de 5 años y en adultos jóvenes de entre 25 y 35. Hasta la semana epidemiológica sexta de 2022 se registraban dos fallecidos con diagnóstico de influenza.
Para Bonvehí, estos brotes anticipados podrían deberse a que durante casi dos años y debido a todas las medidas que se tomaron, el ser humano no estuvo en contacto con el virus de la influenza; por lo que no tuvo ese refuerzo de inmunidad natural que ocurre todos los años. Además, las tasas de vacunación en menores, sobre todo el año pasado y en 2020, fueron bajas. “A mi criterio, eso hace que ahora haya una población con menos protección contra este virus que en años anteriores y podría haber más casos por una mayor susceptibilidad”, destaca.
La influenza llega acompañada de fiebre alta, muchas veces de comienzo súbito, intenso dolor de cabeza, tos seca, dolor de garganta, fuertes dolores musculares y mucho decaimiento. “A veces, en personas mayores puede presentarse con menos sintomatología –subraya el infectólogo–. Pero sobre todo en los jóvenes tiene muchas manifestaciones. Es muy molesta, inclusive puede producir distracción o trastornos cognitivos que impiden trabajar a las personas que manejan máquinas de precisión. No es un cuadro tan banal; se puede complicar y derivar en una neumonía”.
En la Argentina, el calendario nacional de vacunación incluye en los grupos de riesgo a los chicos de entre 6 meses y 2 años, y a los mayores de 65. Entre los dos años y los 64, deben vacunarse aquellos que tengan enfermedades cardíacas, crónicas, diabetes, inmunosupresión, obesidad, las mujeres embarazadas y el personal de salud. “Es muy parecido a lo que se indica para Covid –explica Bonvehí–. La única diferencia es que los más chiquitos, en los que la incidencia es más alta, están incluidos en los grupos de riesgo”.
En nuestro país y en todo el Hemisferio Sur, la vacuna antigripal estará disponible a partir de fines de marzo. “La recomendación de composición la emite la Organización Mundial de la Salud en septiembre y normalmente desde ese momento hasta que empieza a distribuirse pasan seis meses –subraya el especialista–. El virus H3N2 está incluido dentro de la inmunización, que se puede administrar junto con la vacuna contra el Covid sin ningún problema”.
“Hasta ahora, la posibilidad de coinfección es baja, de menos del 5%, pero tal vez fue así porque hubo muy poca circulación –concluye Bonvehí–. Ahora puede ser que veamos un poco más. Tenemos que estar atentos porque en este contexto epidemiológico de mayor relajación de medidas va a ser importante poder buscar ambos virus en una persona con estos síntomas”. El infectólogo recomienda completar esquemas de vacunación contra Covid, sobre todo en las personas de riesgo que tienen que recibir el refuerzo o una cuarta dosis, y mantener las medidas de prevención de ambas enfermedades respiratorias (uso de barbijo, lavado de manos frecuente, ventilación de ambientes, cuidados al toser o estornudar, evitar actividades en ambientes cerrados) porque puede surgir una nueva variante que ponga en riesgo lo alcanzado.