Son millones de personas las que celebran este miércoles 24 de diciembre la Nochebuena y las vísperas de Navidad, una fecha de gran importancia para las comunidades cristianas que conmemoran el nacimiento de Jesús.
El profeta de origen judío se convirtió en el mayor símbolo religioso del cristianismo y habría nacido en Belén, una ciudad ubicada en la región de Judea (actual Cisjordania ocupada), a unos 10 kilómetros al sur de Jerusalén, según narran los Evangelios de Mateo y Lucas.
Desde hace siglos Belén es un lugar muy importante para la tradición cristiana, ya que lo identifican como el lugar de nacimiento de Jesús, documentado desde el siglo IV d.C. Hoy esta ciudad tiene aproximadamente una población de 30.000 habitantes.
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Dónde nació Jesús
“Al menos desde el siglo II d.C., la gente ha creído que el lugar donde hoy se levanta la Basílica de la Natividad de Belén fue donde nació Jesús. Tradicionalmente, se cree que una cueva concreta, sobre la que se construyó la primera iglesia, es el lugar del nacimiento”, explica la web de la UNESCO.
Este edificio está a unos 10 kilómetros al sur de Jerusalén y es un destino importante para los peregrinos. La iglesia fue construida en el año 399 d.C., aunque el edificio fue sustituido por otro en el siglo VI debido a un incendio.
Cómo es hoy el lugar donde nació Jesús
En la actualidad, en la iglesia se pueden encontrar suelos de mosaico elaborados que provienen del edificio original. El lugar también alberga conventos e iglesias de diversas tradiciones, incluyendo latinas, griegas, ortodoxas, franciscanas y armenias. Además, cuenta con campanarios, jardines en terrazas y una ruta de peregrinación.
La Basílica de la Natividad y la ruta de peregrinación en Belén forma parte de la Lista del Patrimonio Mundial de la Unesco desde 2012. El valor universal por el cual el organismo lo incluyó en su lista “reside en su asociación con el lugar de nacimiento del fundador de una importante religión, que para los creyentes vio al Hijo de Dios hecho hombre en Belén”.
Así como “por el modo en que el tejido de la Iglesia de la Natividad y sus asociaciones se han combinado para reflejar la extraordinaria influencia del cristianismo en términos espirituales y políticos a lo largo de 1500 años”.
El gigantesco árbol de Navidad que estuvo ausente durante la guerra entre Israel y Hamas regresó el último miércoles, presidiendo un desfile de cientos de scouts elegantemente vestidos que tocaban conocidas canciones navideñas con gaitas.
A pesar del ambiente festivo, el impacto de la guerra en Cisjordania, territorio ocupado por Israel, es agudo, especialmente en Belén, donde un 80% de los residentes de la ciudad, de mayoría musulmana, dependen de negocios relacionados con el turismo, según el gobierno local.
El origen de Belén
La historia de Belén se remonta a más de tres mil años. La ciudad fue mencionada por primera vez en las cartas de Amarna (un conjunto de tablillas de arcilla descubiertas en Akhenatón, en Egipto Medio) alrededor del año 1350 a.C.
En esos escritos se describió a Belén como "un importante punto de parada y descanso para los viajeros de Siria y Palestina que iban a Egipto". Las cartas también señalan que era "una ciudad fronteriza de Palestina central".
En el Antiguo Testamento de la Biblia cristiana, Belén aparece cuando Jacob y su familia viajan hacia Hebrón. Allí, "su esposa Raquel murió al dar a luz a Benjamín, y él la enterró al lado del camino de Belén", relata.
Durante esos tiempos, el lugar nacimiento de Jesús era una pequeña ciudad amurallada, y su nombre, que significa "la fructífera", sugiere su carácter agrícola. La llegada de Jesucristo habría cumplido una antigua profecía que anunciaba que de allí saldría el “príncipe de su pueblo".
En los últimos siglos, Belén logró convertirse en un importante centro religioso y cultural, especialmente en el siglo IV, cuando San Jerónimo llegó a la ciudad para seguir su trabajo en el ambiente de la vida monástica.
