La crisis de 2001 se terminó de esparcir cuando se rompieron las cadenas de pagos porque las empresas no contaban con el dinero suficiente para afrontar sus gastos. Esto ayudó a que cierren miles de compañías. Hoy las PYMES tienen el mismo nivel de morosidad que 18 años atrás.
En 2018 se disparó 66,2% la cantidad de cheques rechazados, de acuerdo al último informe de Ficonomics. El salto se explica por el desplome en las ventas ante la pérdida de poder adquisitivo de la población, el elevado costo de los préstamos bancarios y su progresiva restricción en cantidades.
“Esto provee nuevas evidencias de la magnitud de la crisis que está atravesando el país, con una cadena de pagos muy cercana a su punto de quiebre definitivo para una gran cantidad de empresas que parecen estar al borde de la cesación de pagos”, analizó Ezequiel Estrada, director de la consultora económica.
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En el último año, uno de cada 20 cheques es rechazado por falta de fondos, la misma cantidad que en 2001. Mientras se ubicó en el 5,2% en 2018, fue del 5,6% hace casi dos décadas. Si bien no es frecuente el pago diferido entre particulares, resulta el medio de pago más común para las pequeñas empresas.
Cuando una PYME pretende cobrar un cheque anticipadamente, el banco le descuenta más del 60% del monto, lo que “hace inviable la actividad productiva y comercial”, alertó APYME. Los créditos con tasas de 25% lanzados con bombos y platillos por el Gobierno nacional quedaron sólo en el anuncio, ya que los empresarios denuncian que las entidades bancarias dejaron de entregarlos una semana después.
En este contexto, el conjunto de la industria funciona con apenas el 56,2% de su capacidad instalada. Desde que comenzó el gobierno de Mauricio Macri se destruyeron 126.100 puestos de trabajo en la industria, el 10% de la plantilla que existía a fines de 2015.
El sector primario, privilegiado por el modelo, tampoco aporta creación de mano de obra. Contra el promedio de 2011 a 2014, destruyó más de 6.500 puestos de trabajo registrados, según la Universidad de Avellaneda.