Los Bonos de Cancelación de Deuda (BOCADE), conocidos popularmente como Chachos, se consolidaron en 2024 como una herramienta clave para amortiguar el impacto de la crisis económica en La Rioja, en el inicio del gobierno nacional libertario. Aunque dejaron de circular hacia fines de ese año, fueron reintroducidos en 2025 con el objetivo de impulsar el turismo provincial y reeditar su desempeño positivo en la economía local.
Denominados así por llevar la imagen de Ángel Vicente Chacho Peñaloza, referente de la causa federal y figura histórica opuesta al centralismo porteño, los bonos fueron emitidos con paridad uno a uno respecto del peso argentino. Su implementación respondió, principalmente, a la falta de transferencias nacionales hacia la provincia.
Durante 2025, los BOCADE regresaron a la circulación a través del programa Previaje Riojano, una iniciativa destinada a incentivar la actividad turística y dinamizar la economía provincial mediante el uso de estos instrumentos financieros.
El inicio de una nueva herramienta financiera
El 17 de enero del 2024, la Legislatura riojana aprobó su creación en una sesión extraordinaria convocada para tratar el proyecto enviado por el gobernador Ricardo Quintela. La iniciativa contempló la emisión de valores de $1.000, $2.000, $5.000, $10.000, $20.000 y $50.000 Chachos. Su circulación comenzó en julio, cuando el gobernador, la vicegobernadora, ministros, secretarios y subsecretarios percibieron $100.000 de su salario en BOCADE. A ellos se sumaron directores generales, que cobraron $50.000 en la moneda local.
La cuasimoneda alcanzó su mayor dinamismo en agosto, cuando todos los trabajadores de la administración pública recibieron un bono de 50.000 Chachos junto a su sueldo en pesos. Esta medida generó una circulación masiva en comercios y servicios, y hacia fines de ese mes más de 1.000 negocios ya habían adherido al sistema de recepción y rescate.
Hacia el cierre de 2024, el Gobierno provincial habilitó el período de rescate definitivo de los BOCADE, en cumplimiento de la Ley Nº 10703 y la Resolución del Ministerio de Hacienda y Finanzas Nº 2716/24. El proceso buscó garantizar la salida de circulación de los Chachos antes de su vencimiento el 31 de diciembre, en el que se aseguró a los tenedores el reconocimiento total de su valor nominal, más el rendimiento establecido cuando correspondiera.
El BOCADE en el turismo 2025
En septiembre de 2025, el gobernador Quintela anunció la reactivación de la cuasimoneda a partir de dos programas orientados a fortalecer el turismo y la economía provincial: Previaje Riojano – Movete por La Rioja con Chachos, e Impulso Turístico 50/50.
Esta política fue inspirada en el PreViaje impulsado por el gobierno de Alberto Fernández para reactivar el sector turístico que fue afectado por el Covid-19. En esta oportunidad, la decisión de reinstalar el BOCADE respondió, según el Gobierno, a la combinación de devaluación, recortes y falta de transferencias federales que afectó gravemente el funcionamiento económico de las provincias.
El Ejecutivo había explicado que, en ese escenario, los Chachos volverían a la circulación como una herramienta para dinamizar el circuito financiero local, estimular el consumo y acompañar a la producción riojana. El Previaje Riojano permitiría que turistas y residentes utilizaran la cuasimoneda como medio de pago en comercios, hoteles y emprendimientos adheridos. El programa se articulaba, además, con una agenda de grandes eventos culturales y populares, entre ellos la edición 2026 de la tradicional Chaya, con la expectativa de atraer a miles de visitantes.
Impulso económico y apoyo al sector
El programa Impulso Turístico 50/50 está orientado a acompañar a prestadores y emprendedores locales mediante un esquema de apoyo económico que facilite inversiones en infraestructura, equipamiento y servicios, con el objetivo de mejorar la competitividad de la oferta turística provincial.
Con estas medidas, la gestión de Quintela apuesta a sostener la actividad económica y reforzar el atractivo turístico de la provincia, y recupera una herramienta que ya había mostrado resultados positivos en su primera implementación. Los Chachos vuelven así a ocupar un rol estratégico en un modelo que combina instrumentos financieros locales con políticas de promoción cultural y turística para enfrentar un contexto nacional adverso.
