Una floja marcha mostró que nadie capitalizó´el vacunagate

La escasa concurrencia en el "banderazo" opositor dejó en claro que la oposición no sumó con las vacunas VIP. Si bien las encuestas muestran una merma en la imagen del Presidente, funcionarios y analistas sostienen que lo recuperará rápidamente con una fuerte campaña de vacunación.

27 de febrero, 2021 | 23.23

La escasa concurrencia que mostró ayer el "banderazo" de protesta contra la vacunación VIP que organizaron -ya desembozadamente- la oposición macrista y los medios afines sirvió para confirmarle al Gobierno que lo que pudo haber perdido en imagen en los últimos días no lo están capitalizando sus adversarios. "Están todos en el ojo de la tormenta", explicaba un analista que mide periódicamente el humor social. El presidente Alberto Fernández no dejó pasar por alto la increíble escena de las bolsas simulando cadáveres de dirigentes oficialistas que arrojaron los manifestantes frente a la Casa Rosada. "Esta acción lamentable solo demuestra cómo muchos opositores conciben la República", tuiteó. Fue la única reacción del Gobierno ante la protesta de ayer que terminó mostrando más el agotamiento del discurso opositor cerrado que a un gobierno jaqueado, el objetivo evidente de la convocatoria. 

Aunque a mediados de semana en la Rosada circuló una encuesta rápida que mostraba una aceptación mayoritaria a la reacción del Presidente frente al "vacunagate", los sondeos más generales muestran también números diferentes en otros rubros. Un trabajo realizado por la consultora Zuban-Córdoba finalizado el viernes detalló que, efectivamente, el despido express de Ginés González García evidencia un apoyo del 63,3% de los encuestados pero, en paralelo, hay una baja tanto de la imagen de la administración nacional como de la del propio Presidente. "Es la primera vez desde que asumió que su imagen negativa supera la positiva", explicó el encuestador Gustavo Córdoba. El sondeo reveló una caída de cinco puntos en la imagen presidencial de enero a febrero, vacunas VIP de por medio, pero la escuálida manifestación del sábado -fogoneada durante toda la semana por los medios opositores- dejó en claro que no hay beneficiarios de esa merma. 

"La campaña de vacunación abrió una expectativa muy grande en la gente, pero dependerá del Gobierno capitalizarla y convertirla en crédito para la campaña electoral o, por el contrario, convertirla en una decepción", explicaba otro analista, que suele hacer trabajos para el oficialismo. Y si lo de los últimos días golpeó, está en manos del Gobierno la posibilidad de revertirlo en el corto plazo. "Vacunar, vacunar y vacunar", afirmaba Córdoba que era el camino que le quedaba al oficialismo para salir adelante. En principio, los millones de dosis que comenzaron a llegar en estos días le servirán para asfaltar el camino hacia ese objetivo.

Cambio de agenda

"Es la peor crisis que tuvimos hasta ahora porque nos dio donde más nos duele, lo de 'volver mejores' tenía que ver justamente con terminar con los privilegios y confluir en un país con igualdad", explicaba un funcionario con despacho en la Casa Rosada con tarea excluyente durante estas horas en darle forma al discurso que el Presidente pronunciará el lunes en el Congreso. Pero así como las revelaciones en torno a las vacunas VIP dieron al Gobierno bajo la línea de flotación, también destacaban la veloz reacción presidencial que permitía la posibilidad de "encapsular" el problema y dejarlo atrás en los próximos días con una agenda centrada en la gestión. Enumeraban: mejoras para asalariados como la modificación del impuesto a las Ganancias, anuncios de obras públicas y el Presidente de nuevo recorriendo el interior de la mano de los gobernadores.

"Si uno estudia la famosa lista, al final fueron unas veinte vacunas las que estuvieron mal dadas, pero igual para nosotros es inaceptable", continuaba el funcionario que -aseguraba que sin necesidad de mirar ninguna encuesta- sabía que se había pagado un costo porque era algo que "tuvimos que salir a explicar a nuestros propios electores, no a los que siempre se oponen a todo lo que hacemos". Una de las cuestiones que Fernández marcará en su discurso es que pocos días después de su mensaje del año pasado ante la Asamblea Legislativa se desató la pandemia y nada pudo hacerse como estaba planeado. Pero, pese a eso, la intervención del Estado mantuvo la economía a flote y la paz social en todo el país. El Presidente decidió bajar la marcha de apoyo prevista para el lunes. "Quisimos mantener nuestra idea de mantener las políticas de cuidado. Es nuestro principal capital. Ya haremos grandes marchas más adelante, pero creemos que más nos suma mantener nuestra idea", comentaban en Gobierno.

El jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, recibió en la semana a un grupo de intendentes junto a otros que lo fueron pero ahora asumieron en el gabinete como el ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis, y el de Vivienda, Jorge Ferraresi. Si bien el tema de la salida de Ginés se tocó, allí las preocupaciones fueron otras, más tangibles en la calle: precios y vacunas. Los intendentes insistieron en que se deben profundizar las medidas para evitar nuevos aumentos de precios, cuestión que se tratará a partir de la semana que viene en las mesas sectoriales en las que la Casa Rosada tiene depositadas sus esperanzas. Pero más todavía se preocuparon por la campaña de vacunación.

"Es llamativo lo que ocurre. La gente que se vacuna sale muy entusiasmada, es un beneficio directo del Estado que resulta muy palpable. En cada familia que vacunan al abuelo o la abuela se siente un cambio de humor y ya en cada familia empieza a haber algún vacunado. Si logramos mantener el operativo fuerte durante unas semanas, vamos a salir adelante y lo de las vacunas VIP va a pasar rápido al olvido", aseguraba uno de los participantes de la reunión con experiencia en palpar los diferentes climas del Conurbano.