Vida en el planeta Facebook: un resumen.

07 de agosto, 2015 | 13.19
  1. Bienvenidos a Facebook, el lugar donde fingimos que nos interesa la opinión ajena.
  2. En los sesenta se decía "a coger que se acaba el mundo". Eran tiempos urgentes, y la supervivencia estaba en peligro. En los ochenta se decía "a bailar que se acaba el mundo"; las expectativas eran quizás más hedónicas, y más modestas. En esta década todos gritamos "A POSTEAR QUE SE ACABA EL MUNDO". Escribir se ha convertido en nuestro modo de retrasar a ese apocalipsis que se aparece todos los días en dosis homeopáticas. El futuro no nos encontrará unidos ni dominados: nos encontrará escribiendo.
  3. Donde se dice "te tengo de amigo en Facebook" se debería decir "de vez en cuando, en la pantalla de mi PC se abre un recuadro con tu nombre y tu foto, y al rato desaparece." La verdad es que nadie tiene a nadie, y siempre fue así. No es Facebook, cariño: es la vida.
  4. Agradezcamos a las personas que nos agregaron a su lista de amigos. Quizás no sea como para hacer una fiesta (el afecto en Facebook solo un afecto de palabras, o, menos aún, de bits y caracteres) pero es un afecto al fin, y antes de Facebook ni siquiera teníamos eso.
  5. Liberemos a Facebook de la función de entendernos. No fue hecho para eso sino para malentenderse. Facebook está hecho de lenguaje. Y mientras haya lenguaje -decía Roland Barthes- no puede haber verdad.
  6. Soy tu amigo de Facebook. Podés contar con mi indignación para cualquier cosa que necesites. Sabelo.
  7. De vez en cuando alguien anuncia con alegría sádica que va a borrar contactos de su lista de amigos de Facebook. Nos corre frío por la espalda. Alguien que nos borra de su lista de amigos nos hace existir un poquito menos.
  8. ¿Queremos un Facebook más amigable, menos polémico, más constructivo? Propongamos que una de las cláusulas de admisión en Facebook sea "me comprometo a no tener razón siempre".
  9. En Facebook, el relato de nuestros logros y nuestros golpes de suerte despiertan algunas tímidas felicitaciones. Pero el relato de nuestras desgracias -una faringitis, una demanda judicial, una ruptura amorosa- atraen a montones de lectores compasivos. Facebook, es un barrio-llorón-friendly.
  10. Pasamos mucho tiempo acá dentro viendo lo que hacen los otros y esperando halagos. Pero no es que antes de Facebook nuestra vida social haya especialmente esplendorosa.
  11. "Cuando no existía Facebook, ¿cómo hacían ustedes para enojarse con todas las cosas?" se preguntarán los historiadores del futuro. Gracias a Facebook sabemos más cosas acerca del mundo. Tenemos más letra. Y nos indignamos más que nunca. Quién hubiera dicho que la consecuencia de la sabiduría era el enojo.