Las vacaciones de invierno reflejan el efecto de la pérdida de poder adquisitivo del bolsillo, ya que los pasajes a ciudades turísticas como Mendoza, Cataratas del Iguazú, Puerto Madryn, Córdoba y Merlo muestran una baja del 20 por ciento en la primera semana respecto del mismo período del año pasado. Además, en la costa atlántica los hoteles se encuentran con la mitad de las habitaciones vacías y los restaurantes prácticamente sin movimiento.
"El balance de las vacaciones de invierno hasta ahora fue bastante dispar. El noroeste fue la parte más beneficiada, donde se destacó Salta y Tucumán. La gente encontró en esos destinos la mejor relación precio calidad. En la costa atlántica directamente se está llorando por los rincones. En Pinamar, Villa Gesell, Mar del Plata, entre otros, los hoteles no superan el 50 por ciento de la ocupación. Algunos están esperando ver si en la segunda semana con la mejora del clima repunta un poco la actividad", dijo a Página/12 Vicente Lourenzo, de CAME.
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Por su parte, el titular de Consumidores Libres, Héctor Polino, afirmó: "Estamos estimando una caída en los pasajes y las reservas de hoteles a Mendoza, Puerto Madryn, Cataratas del Iguazú, Córdoba y Merlo (San Luis) del 20 por ciento".
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"El nivel de las ventas en hoteles y restaurantes este año viene cayendo al 30 por ciento en relación con los registros del 2015. En la costa atlántica los negocios se pincharon por completo", apuntó a Página 12 Roberto Brunello, de la Federación Empresaria Hotelera Gastronómica (Fehgra).
Además, la recesión se observa también en actividades de ocio como el teatro. El presidente de la Asociación Argentina de Empresarios Teatrales (Aadet), Sebastián Blutrach, aseguró al mismo diario: "Los teatros atraviesan tensiones notables en los últimos meses. Es muy difícil que este año puedan alcanzarse los niveles de público de vacaciones de invierno anteriores. Para tener una idea de las dificultades del sector, en mayo hubo una baja del 23 por ciento interanual en espectadores y del 50 por ciento en la recaudación".
"La salida de los chicos a teatros, cines y otros lugares de esparcimiento de la ciudad de Buenos Aires no es tan masiva como en años anteriores. En muchos caso empezó a pasar que uno de los padres se queda esperando afuera para evitar el pago de una entrada más", dijo Lourenzo.