Héctor Timerman rompió el silencio tras la condena del juez Claudio Bonadio por "Traición a la Patria".
El ex canciller fue entrevistado por Página 12 y entre las frase más salientes expresó con emoción: "Me golpea doblemente por ser judío".
"Está sentado en el living de su casa, en una situación más que difícil. En estos días le dijeron que el tratamiento contra el cáncer no está dando los resultados esperados y tal vez le tengan que cambiar las drogas que le suministran", describió el diario sobre el estado de salud de Timerman, que deberá cumplir con prisión domiciliaria.
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“Es muy doloroso. Me golpea doblemente por ser judío. Me hace volver a la infancia, cuando nos apretaban con la pregunta si éramos leales a la Argentina o a Israel. Yo siempre viví para conseguir lo mejor por el país en el que nací, donde elegí vivir, donde siempre luché y estuve dispuesto a cualquier sacrificio", arrancó el ex canciller, acusado de haber pacatado con Irán por el atentado a la AMIA.
Timerman relató una historia familiar: "De lo mismo acusaron a mi padre, Jacobo, que fue una de las únicas dos personas a las que la dictadura le quitó la nacionalidad argentina (el otro fue José Ber Gelbard). Después, Raúl Alfonsín le devolvió la nacionalidad a mi papá. ‘No hay democracia si usted no es argentino’, le dijo Alfonsín. Y yo hoy vivo esta infamia muchos años después”".
Además, el ex canciller del gobierno de Cristina Kirchner contó: "Todo esto es porque nosotros rompimos normas del establishment internacional con el Memorandum. Un país del tercer mundo como la Argentina no podía tener la audacia y la independencia para dirimir con Irán el acto de violencia y muerte que fue el atentado contra la AMIA. Estados Unidos, Alemania, Francia, el Reino Unido, China y Rusia firmaron un acuerdo con Irán. Ahora Donald Trump lo quiere terminar, pero nadie dice que quien firmó ese acuerdo con Irán, Barack Obama, es un traidor a la patria. ¿Por qué? Porque ellos son el selecto club de los que ponen las reglas. Fíjese que de casi doscientos países del mundo hay sólo cinco que tienen poder de veto en las Naciones Unidas. Son los que marcan la cancha en todo lo que es paz y violencia. Y, curiosamente, son también los grandes vendedores de armas. De manera que nosotros, con el liderazgo de Cristina, asumimos que la responsabilidad sobre la resolución jurídica y pacífica del caso AMIA era exclusiva de la Argentina. No aceptamos el criterio de que hay países de primera y otros de segunda o de tercera".