El Gobierno griego de Alexis Tsipras presentó a la Unión Europea una nueva lista de reformas con las que prevé recaudar unos 6.000 millones de euros este mismo año. El Ejecutivo heleno hizo llegar el documento ayer a las autoridades europeas, fuentes de las cuales han indicado ya que las propuestas son insuficientes para asegurar 7.200 millones de euros en fondos de rescate.
La propuesta griega, en un texto de 26 páginas, se basa en medidas contra la evasión fiscal y el fraude para recaudar la mayoría de los ingresos, y persigue a mediano plazo alivianar la pesada carga de de vencimientos de deuda.
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Así, se cuenta con 875 millones de euros procedentes de auditorías de transferencias de bancos desde paraísos fiscales y con unos 600 millones de euros de un nuevo programa dirigido a convencer a los consumidores a pedir recibos del IVA.
Las nuevas reformas parecen eludir aspectos claves para los socios europeos, como la reforma de las pensiones y la liberalización del mercado laboral, al tiempo que incluso revertirían algunas medidas impuestas por el anterior Gobierno.
Por ejemplo, el documento contabiliza 1.100 millones de euros de gasto público para 2015, la mitad de lo cual se destinaría a una decimotercera paga para los pensionistas con menores ingresos. También se contempla la subida gradual del salario mínimo y el fortalecimiento de la negociación colectiva, si bien se hacen concesiones en el terreno de las privatizaciones.
"El propósito general de este documento es, en primer lugar, desbloquear la financiación a corto plazo que permitirá al Gobierno griego cumplir sus obligaciones inmediatas", se afirma en el dossier remitido a Bruselas, donde se subraya que Grecia es "miembro irrevocable de la zona euro".
Según el Financial Times, los 19 viceministros de Finanzas de la eurozona debatieron ayer por teléfono esta nueva propuesta, pero "con pocos avances", y una fuente manifestó al periódico que no se esperaba un acuerdo hasta la reunión de ministros de Finanzas del 24 de abril en Riga.
La nueva propuesta se remite después de que otra enviada el pasado viernes fuera recibida con tibieza por las autoridades europeas, al considerar que le faltaban detalles y más concesiones por parte del Ejecutivo griego.
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