Al cumplirse el primer año del gobierno de Mauricio Macri, las políticas de ajuste y las promesas incumplidas provocaron una declinación tanto en la imagen personal del Presidente como en la de su gestión.
La calificación negativa sobre la gestión es mayor y esto tiene que ver con la relación entre la situación económica general, la recesión y el espiral inflacionario. "Los problemas socioeconómicos se agravaron con la devaluación ocurrida a principios de la gestión y su impacto en los precios", apuntó Ricardo Rouvier.
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De acuerdo al sondeo, la imagen positiva de Macri es del 53,3 por ciento y la negativa es del 43,8 por ciento. Si se toma como punto de partida diciembre, en ese mes el Presidente contaba con 71,3 por ciento de imagen positiva. "Hay varios indicadores que expresan una equidad en el vector de lo positivo y lo negativo. Es decir, hoy no estamos ante una situación de grandes expectativas optimistas, pero tampoco de pesimismo colectivo que pueda afectar la gobernabilidad. Sin embargo cabe destacar que durante este primer año el Presidente ha erosionado su imagen en casi 20 puntos", analizó Rouvier.
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"No obstante, Macri mantiene un crédito que se apoya en la esperanza de que las cosas van a mejorar. Es decir, se concentran las expectativas en la figura presidencial", advierte.
Por último, marcó: "Está·presente la idea de la "herencia recibida", por lo que el gobierno aún cuenta con un crédito relativo que le otorga gran parte de la población, aunque también se va agotando. Sin embargo, indudablemente fue errónea la comunicación del gobierno de poner fecha para la recuperación: "segundo semestre", que, como aquella promesa de "pobreza 0", son proposiciones inconvenientes debido a que el que lo comunica queda fijado a un espacio temporal".
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