Luego de luchar en privado contra el cáncer, la princesa de Gales, Kate Middleton, llevará adelante mejoras en su casa de campo, Anmer Hall, en Norfolk, Inglaterra. Según informa el sitio web británico Ok! Magazine, la idea es convertir la antigua casona en un refugio para poder instalarse allí durante todo el tratamiento.
William y Kate, los príncipes de Inglaterra, se enamoraron de Adelaide Cottage, su residencia actual, pero necesitan más comodidades durante este complejo tratamiento contra el cáncer. De acuerdo con una fuente cercana a la familia, el príncipe William tiene la intención de ampliar un anexo vacío en Anmer Hall para cumplir con las necesidades de la princesa Kate.
Anmer Hall, ubicada en Norfolk, es una propiedad georgiana con amplios jardines, 10 habitaciones, piscina y cancha de tenis privada. Es parte del Sandringham Estate, una vasta propiedad de 8000 hectáreas que pertenece a la familia real desde 1862. Esta casa de campo ha sido el refugio de la familia en momentos difíciles y también fue visitada por otros miembros de la realeza, como el príncipe Harry y Meghan Markle.
La historia de Anmer Hall es interesante, ya que fue adquirida por el príncipe Alberto Eduardo en 1896 y fue alquilada a varios miembros de la aristocracia británica a lo largo de los años. Desde la residencia de la familia Coldham hasta una casa de campo visitada por la reina Victoria, Anmer Hall fue testigo de momentos importantes de la historia real.
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Aunque actualmente la residencia de la familia real es Adelaide Cottage, una casa construida originalmente para la reina Adelaida en 1831, William y Kate buscan un ambiente más espacioso durante el tratamiento de Kate. Adelaide Cottage cuenta con cuatro habitaciones y no tiene personal doméstico permanente, lo que muestra la austeridad y simpleza con la que los príncipes desean criar a sus hijos.
Aunque todavía no se iniciaron las reformas en Anmer Hall debido a la preocupación por los costos, esta casa de campo sigue siendo un refugio importante para la familia. Y, curiosamente, se reveló que la difunta reina Isabel no entendía por qué la gente pasaba tanto tiempo en la cocina de esta residencia, lo que muestra su extrañamiento hacia las tareas domésticas ordinarias.
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El sorprendente anuncio de Kate Middleton y el príncipe William
Hace casi un mes, Kate Middleton sorprendió al mundo al revelar en un valiente y emotivo video que luchaba contra el cáncer. Tras muchas especulaciones, las palabras de la princesa trajeron tranquilidad a la opinión pública británica, que estaba inundada de teorías de conspiración y especulaciones sin fundamento. Y ahora tomó una drástica decisión de cara al futuro.
La princesa de Gales empezó un tratamiento de quimioterapia preventiva y pidió tiempo y privacidad para enfrentar estos difíciles momentos. Kate y su familia se refugiaron en su casa de campo en Anmer Hall, donde pasaron las vacaciones de Pascua. Sin embargo, esos días de descanso están llegando a su fin y los tres hijos de la pareja, George, Charlotte y Louis, se preparan para volver al colegio.
El Palacio de Kensington ya confirmó cuándo retomará su agenda el príncipe Guillermo, esposo de Kate. Estas fechas importantes marcarán sin dudas la convalecencia de la princesa, quien sigue luchando contra su enfermedad.
El príncipe Guillermo retomará sus funciones públicas después de un mes alejado de ellas. En su agenda ya está programado un acto en el condado Surrey, donde visitará una organización benéfica enfocada en la distribución de alimentos para combatir el desperdicio. Luego, se dirigirá al oeste de Londres, a un centro juvenil, para conocer a algunos de los beneficiarios de esos alimentos. Estos serán los primeros eventos oficiales a los que asistirá desde el fatídico anuncio de Kate el pasado 22 de marzo.
Durante el tiempo juntos en Anmer Hall, la princesa y su esposo tuvieron la oportunidad de estrechar aún más sus lazos familiares y tranquilizar a sus hijos acerca de cómo es el día a día de su madre en este nuevo desafío. Kate reveló que explicar su diagnóstico a los niños no fue fácil, pero aseguró que les llevó tiempo explicarles de manera apropiada y garantizarles que ella estará bien.
A pesar de las dificultades, la vida continúa, como se demostró hace unos días cuando el príncipe Guillermo llevó a su hijo mayor a ver un partido de fútbol. Ese gesto se interpretó como un signo de tranquilidad y normalidad en el hogar de la familia, donde poco a poco retoman sus rutinas y aficiones.