Cortar cebolla sin llorar parece un mito imposible de alcanzar, especialmente en la cocina argentina, donde esta verdura es un ingrediente esencial en múltiples recetas. Sin embargo, la ciencia finalmente dio una respuesta clara y efectiva para evitar el incómodo ardor en los ojos: usar un cuchillo bien afilado y cortar lentamente.
Según un estudio realizado por la Universidad de Cornell, en Estados Unidos, la clave para no llorar al cortar cebolla radica en la herramienta y la técnica. Los investigadores demostraron que los cuchillos desafilados son los principales responsables de liberar más compuestos volátiles, los cuales irritan los ojos. Esto se debe a que, al estar desafilados, es necesario ejercer mayor presión sobre la cebolla, lo que provoca una mayor expulsión de sus jugos.
“El filo del cuchillo influye directamente en la cantidad y velocidad con la que se liberan las gotas que contienen los compuestos irritantes”, explicaron los científicos. De esta manera, cortar con un cuchillo sin buen filo no solo es más lento y peligroso, sino que también intensifica el famoso “llanto cebollero”.
La solución, entonces, es simple y accesible: mantener el cuchillo bien afilado y realizar cortes lentos y cuidadosos. Este método reduce considerablemente la presión ejercida sobre la cebolla y evita que se activen los compuestos que causan el ardor.
La cebolla cruda y su poderoso efecto en la salud del corazón
Presente en la mayoría de los platos tradicionales argentinos, y en muchas cocinas del mundo, la cebolla no solo suma sabor y textura a las comidas: también esconde propiedades poco conocidas que resultan muy beneficiosas para el cuidado del corazón.
Al igual que el ajo, la cebolla es una aliada en la cocina por su versatilidad. Dependiendo de cómo se la cocine, su sabor puede variar notablemente. Sin embargo, su consumo en crudo es el que más se recomienda cuando se trata de aprovechar sus beneficios nutricionales. En ensaladas o como acompañamiento, este vegetal es fuente de nutrientes clave para mantener la salud cardiovascular.
Un tuit viral de un usuario llamado En_Jupiter reavivó la curiosidad por este alimento. Publicó la foto de una cebolla cortada que parecía tener una carita feliz, acompañada del mensaje: “Si ignorás a la cebollita feliz, te irá mal el resto del año”. Más allá del humor, lo cierto es que hay buenas razones para no subestimar a este ingrediente.
Estudios científicos avalan que la cebolla tiene efectos antiinflamatorios y antioxidantes gracias a compuestos como los flavonoides, las antocianinas y la quercetina. Estos elementos ayudan a reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares y a mejorar la circulación sanguínea. Además, su aporte en vitaminas A, B, C y E, junto con minerales como calcio, fósforo y magnesio, refuerzan el sistema inmunológico y contribuyen a la salud ósea.
Según detalla la web oficial del Gobierno de Mendoza, la cebolla está compuesta en un 89% por agua y es rica en fibra, lo que también la convierte en una excelente opción para controlar el azúcar en sangre. Agregar cebolla cruda a tu dieta no solo suma sabor, sino también salud.
Cerrar sesión