El nuevo parte del Ministerio de Salud confirmó que la Ciudad de Buenos Aires registró 178 nuevos casos de coronavirus y un acumulado total de 2.465, superando a la Provincia por segundo día consecutivo. Lo alarmante es que la duplicación de personas infectadas se dio en tan sólo 11 días, lejos de la meta impuesta por el Gobierno nacional de 25 días. Inclusive, estos números acercan a la Capital Federal a la posibilidad de tener que endurecer la cuarentena, según los propios parámetros que difundió el Ministerio de Salud nacional.
Al 2 de mayo, la Ciudad tenía 1200 casos y hoy acumula más del doble. En tanto, la provincia de Buenos Aires registró 96 nuevos positivos y un total de 2.332 infectados con una duplicación de 18 días. Esto pone al distrito gobernado por Horacio Rodríguez Larreta más lejos de ingresar a la fase 4 a la que entró el resto del país, llamada de "reapertura progresiva" ya que para eso debía llegar a duplicar contagios cada 25 días o más. En cambio, la pone dentro del rango para bajar a la fase 2, de aislamiento administrado, en la que solo se permite la movilidad de hasta un 25% de la población.
La situación en la Capital Federal se volvió dramática. En las últimas semanas, los casos en las villas porteñas se propagaron a un nivel demasiado veloz y ya hay 759 positivos: 571 en la Villa 31; 155 en la 1-11-14; 9 en Ciudad Oculta, según los datos de La Garganta Poderosa con gran trabajo territorial en los barrios populares.
Ante esta situación, aunque de forma tardía porque las alarmas se habían encendido apenas inició la pandemia y el aislamiento obligatorio, la Ciudad comenzó a testear a los vecinos de las villas y se encuentra realizando un protocolo especial para atender las realidades de estos barrios.
Se trata de zonas con deficiente acceso a servicios básicos (la 31 estuvo 12 días sin agua, insumo esencial para el lavado de manos, por ejemplo), no todos tienen Internet, las construcciones generan situaciones de hacinamiento, falencias para cubrir las necesidades alimentarias y de higiene. Cada barrio tiene sus particularidades, las cuales deben ser atendidas en conjunto con los vecinos y organizaciones barriales.
Mientras tanto, esta semana comenzaron a funcionar algunas actividades en el territorio porteño bajo la premisa de "volver para atrás" en caso de que eso implique un salto en la curva de contagios.
Puntualmente, los habilitados son los comercios minoristas de proximidad con atención al público, excepto indumentaria y calzado; las mudanzas con fletes y mini fletes; los establecimientos educativos de gestión privada con guardias mínimas para actividad administrativa sin atención al público; la actividad notarial; el personal afectado a la actividad de demolición y excavación; los locales gastronómicos exclusivamente para la modalidad “para llevar".