En medio de la pandemia y la incertidumbre sobre el futuro económico del país, con el campo como sector productivo clave, en la Sociedad Rural Argentina se calienta elección que enfrentará a dos listas en septiembre. El actual titular y candidato por Unidad y Acción, Daniel Pelegrina, va por la reelección, frente a Nicolás Pino, referente de Movimiento Compromiso Federal (MCF) y de vínculo cercano con el exministro macrista Luis Miguel Etchevehere. En el Gobierno se mantienen ajeno a la contienda, afirman que “ninguna línea” los representa aunque, admiten por lo bajo, no ven con malos ojos la continuidad de Pelegrina.
Desde 2018 la SRA no logra una lista de unidad. Ese año, Pelegrina venció a Alberto Ruete Güemes, impulsado por el MCF, que consiguió casi el 40% de los votos. Esta facción, ahora con Pino a la cabeza, insistirá en conseguir el lugar que ocupa Pelegrina, quien cuenta con el apoyo de los expresidentes Hugo Luis Biolcati, Luciano Miguens, Horacio Gutiérrez, Enrique Crotto y Eduardo De Zavalía.
Si bien las diferencias no son ideológicas, ya que todos son parte de una histórica y conservadora entidad que estuvo alineada al gobierno de Macri y representa a uno de los pocos sectores que se benefició con su política económica, las críticas de la línea opositora vienen por el lado de la pérdida de protagonismo en los reclamos. Sus integrantes están vinculados al PRO y a los banderazos que se dieron en los últimos meses tras la suba de las retenciones y el rescate de Vicentin.
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Si bien Pelegrina formó parte de los banderazos que se convocaron, mantiene una postura dialoguista con el Frente de Todos. En el acto por el Día de la Independencia estuvo sentado a la derecha de Alberto Fernández, foto que generó malestar en el interior productivo. El dirigente ponderó la “impronta federal” del acto y manifestó la importancia de “defender valores respetando las diferencias buscando siempre consensos y la concordia que engrandezcan nuestra Nación".
Esta actitud es la que molesta al sector rupturista del campo, con el que Pino tiene más apego. Le exigen mayor virulencia en los reclamos, lo que sería evocar a la épica de “la 125” y aseguran que “la foto en Olivos fue desafortunada y terminó de romper la mesa de enlace”. “En los últimos meses, CRA ocupó el espacio que tenía la SRA, lanzó un paro antes de la cuarentena, hizo un mapa con delitos rurales tras los ataques a las silobolsas y hoy lidera el gremialismo del sector. La Rural tiene tiene que volver a ocupar el rol protagónico que perdió hace dos años”, argumentan cerca de Pino.
Pino al mando, Etchevehere al poder
Pino cuenta con el respaldo de Etchevehere, parte de la rama dura de los macristas que alientan las manifestaciones contra el Gobierno y que buscan una institucionalización de su espacio con vistas a las próximas elecciones nacionales. Pero el exministro de Agricultura no es bien recordado en la SRA. Tras la victoria de Macri en 2017 dejó la presidencia de la entidad para ocupar un cargo en el Gabinete de Macri y reemplazar a Ricardo Buryaile, el ahora diputado nacional que fue de los pocos funcionarios que, al dejar la gestión, se ahorró el desgaste de imagen que tuvo todo Cambiemos por la debacle del gobierno macrista producto de la aceleración de la crisis.
En la SRA, y en el sector agrario en general, todavía recuerdan que la gestión de Etchevehere se dio marcha atrás con una de las promesas que ganaron en 2015: el restablecimiento de las retenciones a las actividades agrícolas e industriales. El ex funcionario macrista defendió esa medida. “Es un muy mal impuesto, una medida antipática sin ninguna duda, pero el país está en crisis y antiguamente se discriminaba un solo sector que era el campo y en este caso vemos que la medida es equitativa, ya que todos los sectores que exportan son los que van a aportar. Vemos una situación de equidad”, había expresado en septiembre de 2018 en diálogo con ‘Continental’.
Otro (mal) recuerdo que tienen de Etchevehere en la SRA tiene que ver con su gestión que hizo a través de terceros para cobrar un bono de 500 mil pesos (Pino, actual candidato a presidente por la oposición, había propuesto la moción). La aprobación se dio bajo la gestión de Pelegrina, quien había quedado presidente interino. La entidad y hasta Marcos Peña defendieron el pago en base a “contingencias impositivas”, pero el escándalo fue mayor y, tras una denuncia judicial de por medio, Etchevehere lo devolvió. Pelegrina tomó distancia para no quedar pegado a un ex funcionario nacional que también fue acusado por su hermana Dolores de maniobras fraudulentas a través de defraudaciones y estafas al fisco y a su familia.
Dentro del MCF hay figuras cercanas al macrismo como David Lacroze, expresidente de la extinta Junta Nacional de Granos durante la última dictadura militar, y Martín Goldstein, propietario de la firma Cleanosol, investigada en la causa de las fotocopias de los cuadernos de Centeno. Ambos fueron contribuyentes de la última campaña electoral de Macri. Con ellos como financistas y con Pino a la cabeza de la lista, Etchevehere quiere recobrar el protagonismo pese a su vapuleada imagen dentro de este sector.
Una foto que molestó
Ni el más kirchnerista de todos se hubiese imaginado que, a través de la Sociedad Rural Argentina, podría generar una fuerte tensión en la Mesa de Enlace, sector que enfrentó duramente a la expresidenta Cristina Kirchner. La foto de Pelegrina a la derecha de Fernández cayó como una bomba entre los dirigentes de la Mesa de Enlace. Mario Llambías, ex integrante y fundador de la comisión original, puso en palabras el malestar en un mensaje que circuló por grupos de Whatsapp al afirmar que con ese gesto se “terminó de destruir esa unidad basada en ideales de país, en la defensa de los productores”.
Con el antecedente de haber obtenido 40% de los votos en la última elección y, según señalan, el malestar de parte de los 3.000 socios de la SRA por la pérdida de protagonismo para impulsar los reclamos del sector, Pino se muestra confiado en que el tono dialoguista de Pelegrina con el Gobierno le juega en contra. El MCF cruzó fuerte a Pelegrina cuando la entidad adhirió al programa para la Asistencia al Trabajo y la Producción (ATP),
al afirmar en una carta que esa medida “está reñida con la historia, el pensamiento y los principios que nos rigen hace más de 153 años de existencia”. Vale recordar que el propio Etchevehere reconoció que la empresa de su familia “Etchevehere Rural” también solicitó el subsidio del Estado para el los salarios de los empleados aunque, admitió, “no sabía de qué se trataba”.
Asimismo, el MCF también le achaca a Pelegrina la poca firmeza en la discusión por la suba de retenciones como también en los reclamos frente al intento de expropiación de Vicentin y a los ataques a las silobolsas como también su silencio tras el tuit de Cristina Kirchner sobre la “mulita arrepentida”.
Más vale malo conocido que bueno por conocer
Así como Juntos por el Cambio tiene sus halcones, en el Gobierno saben que la lista de Pino, con Etchevehere detrás, son “los ultras” que de ganar podrían radicalizar las críticas y sumarse, ya de forma institucionalizada, a la posición intrínseca de CRA. Lejos de creer que Pelegrina es un dirigente cercano, lo ven con “más agrado” y “más razonable” a la hora de llevar adelante los reclamos del sector en en medio de la agudización de la crisis económica. Saben el riesgo que implica que consigan representación a través de la SRA para confrontar con la gestión de Alberto Fernández de cara al 2021, año de elecciones nacionales.