Escudada en su rol de presidenta del PRO y autora del libro "Guerra sin cuartel", Patricia Bullrich mantiene una agenda activa en todo el país, con reuniones junto a dirigentes provinciales y municipales, en algunos casos con el objetivo de achicar las diferencias y rispideces que pudieron generarse cuando esgrimió una interna entre "halcones y palomas" dentro de Juntos por el Cambio, algo que molestó a algunos referentes del conurbano bonaerense. Si bien los viajes son analizados como parte de la contención de la alianza cambiemita, su actividad es vista, por algunos ojos, como parte de un armado electoral que se debate entre ser nacional o porteño. En el medio, se desató una nueva diferencia dentro del espacio. Mientras la ex ministra de Seguridad se diferenció de Fernán Quirós, ministro de Salud porteño, en sus dichos sobre la privatización de las vacunas, Elisa Carrió, dirigenta de la Coalición Cívica, salió a manifestarle su apoyo. La disputa no es casual, el funcionario es uno de los nombres que maneja el larretismo para neutralizar una candidatura de la ex funcionaria de la Alianza.
"Hace años que conozco a Adrián Pérez y Graciela Ocaña. Sé del compromiso que tienen por consolidar los valores republicanos. Como presidenta de PRO, es un honor acompañarlos en este paso que dan desde Confianza Pública en la provincia de Buenos Aires. ¡Éxitos!", publicó el viernes en su cuenta de Twitter para darle la bienvenida al nuevo espacio. No es el único acompañamiento que realizó en las últimas semanas. Ayer estuvo con Néstor Grindetti, de Lanús, y también con Jorge Macri, de Vicente López, acompañada por los diputados Cristian Ritondo y Waldo Wolff. Estos dos son figuras repetidas en sus encuentros.
Ese reunionismo también incluyó encuentros con Sebastián Salazar, intendente de Bella Vista, para analizar la estrategia de seguridad local; Diego Kravetz, encargado de la seguridad en Lanús; Mariano Campero, de Yerba Buena y Roberto Sánchez, de Concepción, ambas en Tucumán, por mencionar otros casos. También se vio con cierto sector del sindicalismo y Rogelio Frigerio, ex ministro del Interior de Mauricio Macri para "realizar cambios de fondo que le devuelvan la esperanza, el progreso y el desarrollo a los argentinos".
Según pudo saber El Destape, en encuentro con intendentes, Bullrich se mostró interesada en la campaña de vacunación en la provincia de Buenos Aires y marcó, hacia dentro del espacio, la posición de confrontación con el gobierno nacional por el denominado "vacunatorio VIP" que derivó en la renuncia de Ginés González García. De hecho, en la conferencia de prensa que brindó Juntos por el Cambio esta semana, Patricia fue la que llevó la bandera del discurso duro, con fuertes críticas al peronismo y un hilo - un tanto rebuscado - entre la condena a Lázaro Báez y el operativo de inoculación. Ese discurso es el que busca neutralizar el larretismo para lograr, si es que puede, atraer espacios políticos "sueltos" e, incluso, dicen, a cierto peronismo desencantado.
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Consultada por la convocatoria a una marcha opositora por el sistema excepcional y de corto alcance de vacunación paralelo a los turnos establecidos, Bullrich negó un llamamiento partidario y dijo que la asistencia será sólo a título personal. Ella ya se plegó: "Este sábado marcharemos en paz, por la angustia de los adultos mayores, por el sentimiento de injusticia de los que están en primera línea contra el Covid y por la indignación que provoca que la oligarquía K se apropie de la vacuna. A esta nueva movilización ciudadana, YO VOY".
Al respecto, esta semana Bullrich cruzó a Quirós por la privatización de vacunas en la Ciudad, por la cual está imputado. "No me parece que sea un error, es más serio que un error" y "el ministro debe entender esto, en su juramento hipocrático, como algo que no es solamente un error" por lo que "tiene que haber definiciones más contundentes", dijo en respuesta al ministro de Salud. Carrió, de la vereda contraria, retuiteó a Facundo del Gaiso, diputado de la Coalición Cívica, con un mensaje claro: "Quirós es el mejor ministro de salud del país. Está al frente de la vacunación de 1,2 millones de argentinos de riesgo que viven en la ciudad de Buenos Aires. No hace campaña política".
Pero las vacunas no fueron el único eje del encuentro entre Bullrich y algún dirigente del conurbano. "Se está acercando a los intendentes del Grupo Dorrego", analizaron en diálogo con este medio. Si bien negaron la existencia de tensiones rupturistas, sí se mostraron dolidos por la distinción entre "halcones y palomas" hecha por la presidenta del PRO. Las palomas son, para ella, los intendentes.
Con ese contexto de fondo, Bullrich preguntó sobre el armado de Cambiemos en el territorio bonaerense y un presunto acercamiento, o intento de acercamiento, con ciertos dirigentes que estuvieron vinculados al lavagnismo y que hoy parecen alejarse. El análisis que hacen algunos intendentes obedece a buscar atraer a sectores desencantados con el peronsimo o sus múltiples brazos. Más que nada, personas que trabajan en el territorio y que fueron desplazadas por una avanzada de La Cámpora, dijeron. Algo que negaron desde la provincia de Buenos Aires.
En sus redes sociales hay tres premisas que se repiten: la preocupación por la seguridad, ya que fue ministra de ese área a nivel nacional, la presencia como presidenta del PRO y la presentación de su libro junto a dirigentes municipales, provinciales y legislativos en distintos lugares del país. Por estos motivos, ya estuvo en Salta, en Villa Gesell, Tucumán, Mendoza y la Ciudad de Buenos Aires sólo para mencionar ejemplos.
Las elucubraciones son muchas. En Juntos por el Cambio saben que Bullrich tiene aspiraciones ejecutivas, pero no saben cuándo las hará públicas ni de qué forma. Si buscará encabezar la lista a diputados nacionales por la Ciudad de Buenos Aires, si saltará directamente a los comicios de 2023 con una postulación a la jefatura de Gobierno porteña o la presidencia de la Nación o si hará ambas: el trampolín del 2021 para ganar impulso de cara al próximo año impar. Algo que preocupa al presidenciable Horacio Rodríguez Larreta que la ve como una radicalizadora del discurso, lejos del "corrimiento hacia el centro" al que apunta el ex jefe de Gabinete de Macri para su campaña.