La ministra de Salud, Carla Vizzotti, expresó preocupación por la posible llegada de la segunda ola de coronavirus al país aunque descartó una cuarentena estricta. Asimismo, aclaró que "si se difieren los 21 días" entre la aplicación de la primera y la segunda dosis de la vacuna contra el coronavirus, "no es para preocuparse".
Vizzotti afirmó que a medida que vayan llegando las dosis del exterior "se va a ir citando" a los que les corresponde la segunda dosis. La ministra dio a conocer los resultados de la reunión que encabezó junto al Consejo Federal de Salud durante varias horas en Casa Rosada. Ratificó el consenso que existe entre sus colegas provinciales respecto al rumbo de la política sanitaria nacional ante la pandemia de coronavirus para "minimizar el impacto de la mortalidad vacunando a personas de mayor riesgo".
Para lograr el objetivo de minimizar el impacto de la mortalidad en los casos de coronavirus, la ministra destacó el valor de la vacunación, empezando por "las personas de mayor riesgo", que reciben su inmunización con las dosis que Argentina ha comprado a diferentes laboratorios que la producen en el mundo. Señaló que aún habiendo contagios de coronavirus, los "casos sean leves", se "baje la mortalidad" y el sistema de salud pueda "dar respuesta sin tensión".
Incluso aclaró que "si se difieren los 21 días" entre la aplicación de la primera y la segunda dosis de la vacuna contra el coronavirus, "no es para preocuparse" y afirmó que a medida que vayan llegando más dosis del exterior "se va a ir citando" a los que les corresponde la segunda dosis.
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En ese marco, destacó la actitud del presidente Alberto Fernández de ponerse "a la cabeza de la lucha contra el coronavirus" desde el inicio de la pandemia, en marzo de 2020, con todas las medidas necesarias. Dijo que por ese motivo ayer transmitió un mensaje por cadena nacional a toda la ciudadanía para contar lo que se está haciendo desde el Estado, y brindar tranquilidad, pero también para pedir que la sociedad "siga cuidándose".
Vizzotti ratificó que Argentina trabaja para que sigan llegando las vacunas que permitan proteger a la población, consciente de que la segunda ola es "una posibilidad concreta", siguiendo la lógica de lo que sucedió en otros países durante los meses de invierno.
En este marco, transmitió el "consenso" que existe en el seno del Consejo Federal de Salud para "desalentar los viajes al exterior y el turismo" por el riesgo que implica, no sólo de contagios entre pasajeros, sino "sanitario" de "traer al país nuevas cepas" de coronavirus. "Queremos minimizar el ingreso de nuevas cepas, estamos trabajando en un corredor seguro para las personas que ingresan al país", dijo la funcionaria y recordó que "las fronteras para extranjeros" siguen cerradas desde diciembre. A los que no viajan por motivos fundamentales, les pidió que eviten desplazarse hacia el exterior para minimizar ese riesgo sanitario que implica para el país la llegada de una nueva cepa de este virus.
En la misma conferencia de prensa, el ministro de Salud bonaerense, Daniel Gollan, aseguró que no se van a "tirar vacunas" al ser consultado sobre los remanentes de las dosis para frenar el coronavirus. "Nosotros no vamos a tirar vacunas", dijo Gollan y adelantó que los protocolos de bioseguridad ante el coronavirus se evaluarán "día a día", a medida que vaya cambiando la situación epidemiológica.
Afirmó, sin embargo, que se buscará el "equilibrio" entre "los cuidados" que son necesarios "seguir cumpliendo" los protocolos, la "detección temprana y el aislamiento rápido, con estrategias que se están evaluando" y la "vacunación". Gollan resaltó, además, el rol del Consejo Federal de Salud como órgano que "toma las decisiones en política sanitaria" para todo el país.