Isolux, la firma de Juan Goicoechea, el ahora empresario arrepentido en la causa de los presuntos cuadernos K, figura como financista de la campaña presidencial que llevó a Mauricio Macri al sillón de Rivadavia, según los propios registros de la Cámara Nacional Electoral.
En el balance presentado por el partido PRO, uno de los pocos que no cuenta con la aprobación de la Justicia electoral, Isolux Ingeniería, la firma de Goicoechea, sospechada de pagar sobornos durante el gobierno de Cristina Kirchner, registró una generosa contribución de $150.000 el 12 de marzo de 2015.
Por esa campaña, la Justicia se encuentra investigando por lavado de activos, robo de identidad y falsificación de documentos públicos a los referentes de Cambiemos, dado que se detectaron que buena parte de los 120 millones registrados como ingresos privados fueron fraguados a través de personas que nada tienen que ver con las finanzas políticas.
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Según reveló el periodista Hugo Alconada Mon en el diario La Nación, la alianza Cambiemos declaró apenas el 10 por ciento del dinero que realmente ingresó: "Fuentes del oficialismo confesaron que la campaña costó cerca de mil millones de pesos", relató Alconada Mon días atrás.
En este sentido, la periodista Emilia Delfino también reveló una maniobra similar en el diario Perfil la semana anterior: “Lo que puede haber pasado es que las empresas quisieron ayudar a la gente que simpatiza con nosotros y que salieron a buscarnos plata, y la han canalizado a través de alguna persona física. Es plata legal pero que pasa al circuito negro”, explicó una fuente ante la consulta de la colega.
Pero el vínculo entre Isolux y Mauricio Macri no se detuvo en las contribuciones financieras electorales. Según reveló la propia Delfino en el diario Perfil meses atrás durante 2016, y sin pasar por licitaciones públicas, Sideco Americana -empresa insignia de los Macri- creó junto con un grupo de socios cuatro empresas a nombre de un contador y adquirieron seis parques eólicos en Chubut y Miramar, provincia de Buenos Aires.
"Las licitaciones fueron ganadas por la española Isolux, que luego las vendió a estas compañías en dos tandas. Por la primera parte del paquete, las empresas del holding presidencial pagaron US$ 25 millones y durante el siguiente año revendieron esos parques a una empresa del Grupo Macri (Genneia, la que visitó el Presidente el martes) y a una compañía china (Goldwind). Con sólo uno de los parques hicieron una ganancia de alrededor de US$ 15 millones, según confirmaron tres fuentes directamente involucradas en los contratos", detalló el artículo, que terminó derivando en una denuncia penal formulada por el diputado nacional Rodolfo Tailhade.