Cualquier solución al conflicto regional en rápida expansión que se ha extendido a Líbano y más allá depende de la resolución de la crisis original en Gaza, dijo el miércoles un alto cargo de Hamás.
Con la guerra de Gaza ya en su segundo año, los combates se han recrudecido en el sur de Líbano, donde las tropas israelíes se enfrentan sobre el terreno a los milicianos de Hezbolá, apoyados por Irán, y corren el riesgo de convertirse en un conflicto a gran escala con Irán.
Los esfuerzos diplomáticos para detener los combates se han estancado y la atención se centra ahora en un esperado ataque israelí contra Irán, después de que Teherán lanzó su segundo ataque con misiles contra Israel hace más de dos semanas.
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"Es tan complicado y entremezclado, los dos frentes, que no es fácil alcanzar un alto el fuego permanente o una solución permanente a este conflicto sin resolver el original, que es el de Gaza", dijo Basem Naim a Reuters en Estambul.
Los comentarios subrayan lo difícil que será resolver una guerra en la que también está implicado el movimiento hutí de Yemen, respaldado por Irán, y que ahora amenaza con atraer a Estados Unidos, que esta semana envió una batería de defensa antimisiles a Israel.
La guerra de Gaza estalló después de que Hamás atacó Israel el 7 de octubre de 2023, matando a unas 1.200 personas y tomando más de 250 rehenes en el enclave palestino, según los recuentos israelíes. La ofensiva israelí ha matado a más de 42.000 personas, según las autoridades de Gaza, ha convertido gran parte del enclave en escombros y ha desplazado a la mayoría de su población.
Israel ha prometido destruir a Hamás como poder militar y de Gobierno en Gaza, mientras que Hamás, incluido su escurridizo líder Yahya Sinwar, siguen siendo enemigos acérrimos de Israel.
(Edición en español de Javier López de Lérida)
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