Las versiones que corren por los medios uruguayos son diversas, sin embargo, hay una certeza: al menos dos trabajadores del Hospital Pasteur, de Montevideo, fueron despedidos por robar agua embotellada, tal como pudieron verificar los directivos por las cámaras de seguridad. Ese recurso es derecho humano en el país vecino, pero su acceso es cada vez más difícil en los últimos meses para dos millones de personas: ya no sale potable en los grifos y hay que comprarla. Según publicó el diario El País, una persona más renunció al “ser descubierta” y la situación de otras tres, está en análisis, “debido a comportamientos parecidos”. Se desempeñan en tareas de cocina y escribieron una carta de disculpas.
El director del hospital, Federico Martiarena, comentó a El País que se decidió solicitarle a la empresa que terceriza a les trabajadores el despido de dos funcionarios por lo que vieron en las cámaras de seguridad. “Las ponían dentro de los tachos de basura y se las llevaban con un destino que desconocemos”, apuntó. La tercera persona en cuestión, que “renunció reconociendo el hecho delictivo”, también se llevaba “las bolsas bajo del brazo tapadas con una campera”. “Por otro lado hay dos trabajadoras en una situación distinta que estamos evaluando cuál sería la resultancia. Claramente es una situación distinta porque para empezar no se llevan una bolsa, sino una botella”, dijo Martiarena, quien entiende que las situaciones “no serían del mismo tenor” y por eso su continuidad está en análisis.
En todos los casos, “no toman el agua ahí, no es que estaban con sed”, acusó el funcionario y explicó que “la cocina tiene agua potable” que distribuye Obras Sanitarias del Estado (OSE) especialmente con los valores de sodio y cloro anteriores a la crisis hídrica. “Pero además desde el 25 de mayo el hospital colocó dispensadores de agua potable para todos los trabajadores -no importa su mecanismo de contratación-, para pacientes y familiares de pacientes, cualquiera puede ir y servirse agua y tomar toda la que quisiera”, agregó.
La versión contrapuesta
Según publicó Montevideo Portal, una trabajadora llamada Fátima aseguró que son “ocho los echados”, quienes se enteraron de la noticia en las últimas dos semanas. “Lo que ellos no dicen es que le pidieron a la empresa, Galaxy, que nos pida la renuncia a nosotros. Es más, yo vi una lista que incluía a 12 trabajadores en total”, agregó la exempleada.
“Ahora, como llegó la crisis del agua, ahí en la cocina hay una canilla que supuestamente es agua de río que traían de otros departamentos del interior, pero en esa canilla no salía agua”, contó Fátima, y agregó: “Yo soy consciente que sí tomé agua y una vez sacamos una botella para llevarla al comedor a hacernos un té. Pero yo no robé agua, ni un litro, todo fue para tomar”. Fátima sostuvo que el pasado viernes fue a la empresa y le dijeron que “las cámaras las vieron”. “Nos dijeron que las cámaras nos habían visto. En muchos años, yo no tengo ni faltas y tenemos un legajo limpio. Ahí nos comunican que el hospital puso el tema como hurto”, rememoró.
El pedido de disculpas
Les trabajadores afectades por el despido enviaron una carta al director del Pasteur, Federico Martirena, en la que pidieron “disculpas” por lo que pasó. “Desde nuestra perspectiva, no fue con las intenciones de perjudicar a la institución a la que sentimos como parte de nuestro hogar y donde nos atendemos”, dice el texto al que accedió Montevideo Portal: “Ante la situación hídrica que atraviesa Montevideo y la no existencia de tanques de agua potable, tomamos la decisión infeliz de sacar el agua, como se observa en las fotos que se le entregó a la empresa”, agregaron. “Solicitamos que consideren que nuestra situación económica no es la más favorable, la cual se agudiza al tener que comprar agua y la dificultad de poder acceder a comprar la misma en el turno nocturno. Si bien nada justifica nuestra situación, queremos transmitir nuestro compromiso de que no volverá a pasar”, dice sobre el final la carta.
Ahora, una parte de los trabajadores despedidos prevé demandar al hospital. Argumentan, entre otras cosas, que lo hicieron estrictamente porque “tenían sed” y no con intenciones de cometer un delito de hurto. Es más, aseguraron que en la misma habitación de donde sacaron el agua para tomar había otras cosas de más valor, como por ejemplo productos de limpieza, carne y verduras.
En tanto, la Federación de Funcionarios del Hospital Pasteur evalúa llevar adelante medidas sindicales, sobre todo porque dos de las personas despedidas “son jefas de hogar, con más de 10 años cumpliendo funciones en el hospital”. “Fueron despedidas por tener sed”, indica un comunicado que difundió el gremio en las últimas horas. “Si bien el hospital desde el 25 de mayo dispone de agua para funcionarios y acompañantes, no nos parece que amerite en esta situación un despido, aparte son compañeras de hace muchos años, con un legajo limpio, con una casa a cargo”, dijo Martín Biasotti, presidente del sindicato.
Por este motivo habrá una nueva reunión entre las autoridades y el sindicato este jueves. “Es una situación muy triste cómo está afectando la falta de agua potable a la sociedad en general. Compañeros que terminan cometiendo un error por la situación que estamos viviendo en Montevideo y área metropolitana. Obviamente cada uno tiene su responsabilidad, pero creo que la situación está empujando a la gente a meter la pata”, consideró Biasotti.