La Carolina, una pequeña localidad ubicada en el corazón de las Sierras Centrales, fue elegida por el Ministerio de Turismo y Deportes de la Nación para competir para ser una de las más lindas del planeta en el concurso de la Organización Mundial del Turismo de las Naciones Unidas, Best Tourism Villages By UNWTO (Mejores Villas Turísticas por la OMT).
Con sus 1200 habitantes, es uno de los pueblos ubicados a mayor altura sobre el nivel del mar en Cuyo, resguardo de la historia de los primeros buscadores de oro de Argentina y conserva su legado en la memoria viva de su gente.
El Gobierno de la Provincia a través de la Secretaria de Turismo postuló a la localidad serrana en este concurso que es una iniciativa global para destacar los pueblos en los que el turismo preserva la cultura y las tradiciones, celebra la diversidad, genera oportunidades y protege la biodiversidad.
La Carolina participa de la nueva edición del "The Best Tourism Villages by UNWTO" (mejores pueblos para el turismo de la Organización Mundial del Turismo de las Naciones Unidas, por sus siglas en inglés). Hasta el 23 de junio, la OMT recibió las solicitudes de los pueblos de los 5 continentes que buscan ser reconocidos como uno de los mejores del mundo, cuyo galardón tiene por objetivo hacer del turismo un motor del desarrollo y bienestar rural. Los ganadores se anunciarán oficialmente a finales de 2023.
La Carolina: Oro y poesía en el corazón de las Sierras de San Luis
Imperdible la visita a la localidad que fue cuna de la fiebre del oro, inicialmente llamada San Antonio de las Invernadas, hasta que en 1794, el virrey Sobremonte, gobernador intendente de Córdoba del Tucumán, lo cambió por su actual “La Carolina” en honor del rey Carlos III de España.
El paso del tiempo mantiene su semblanza dorada, con brillos de transparencia, las sierras que acercan al cielo, el susurro del agua de los arroyos que evoca las historias y sueños de los mineros.
Un camino empedrado sube y se pierde entre los cerros transportando a tiempos lejanos. El pueblo es una larga callecita rústica empedrada, rodeada de casas de piedra que conservan el estilo colonial y la nostalgia de haber sido cuna de los míticos buscadores de oro, fiebre que sólo dejó bocaminas, excavaciones y viejas historias de mineros.
La gastronomía tiene un rol preponderante con sabores y productos que despiertan los sentidos de los más exquisitos paladares. Platos regionales que se sustentan en costumbres transmitidas de generación en generación.
Hoy, convertido en uno de los principales destinos turísticos de la Provincia, el lugar atrae a grandes y chicos por sus opciones: expediciones al interior de las minas, visitas a la Iglesia de Piedra, cabalgatas, subida al cerro Tomolasta, recorrida por la gruta de Inti Huasi, la visita a Casa Piedra Pintada con sus pinturas rupestres y la histórica Casa de Juan Crisóstomo Lafinur, Museo de la Poesía Manuscrita.