El primer ministro francés se la juega en votación crítica sobre la seguridad social

09 de diciembre, 2025 | 03.54

El presupuesto de la seguridad social de Francia se enfrenta el martes a una votación al filo de la navaja que podría desencadenar una nueva crisis política y dejar un agujero de 30.000 millones de euros (35.000 millones de dólares) en la financiación de la sanidad, las pensiones y el bienestar.

El primer ministro, Sébastien Lecornu, no tiene mayoría en el Parlamento y su lucha por obtener el apoyo socialista —incluida la suspensión de la reforma de las pensiones del presidente Emmanuel Macron— ha alienado a los aliados centristas y conservadores, dejando el destino del proyecto de ley incierto.

Los parlamentarios de la Cámara Baja comenzarán a revisar el proyecto de ley a partir de las 16.00 horas (1500 GMT) del martes, días después de aprobar por un estrecho margen la parte fiscal de la legislación.

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El líder socialista, Olivier Faure, dijo el lunes que su partido podría respaldar el proyecto de ley tras obtener concesiones, incluida la suspensión de la histórica reforma de las pensiones de Macron de 2023 hasta después de las elecciones presidenciales de 2027.

Sin embargo, se espera que la extrema derecha y la izquierda dura voten en contra, mientras que aliados del Gobierno como el centrista Horizonte y los conservadores Republicanos podrían abstenerse o votar "no". Dicen que Lecornu cedió demasiado terreno al sacrificar la reforma de las pensiones y subir los impuestos para apaciguar a los socialistas.

La seguridad social representa más del 40% del gasto público total de Francia, cubriendo la asistencia social, la sanidad y las pensiones.

Lecornu, leal a Macron, advirtió la semana pasada de que el rechazo crearía un déficit de hasta 30.000 millones de euros (35.000 millones de dólares), casi el doble de los 17.000 millones del proyecto original. Ello pondría en peligro todo el presupuesto del sector público para 2025, agotándose el tiempo para aprobarlo antes de fin de año, lo que podría obligarle a buscar una legislación provisional.

El Gobierno pretende reducir el déficit presupuestario de Francia —que ya es uno de los mayores de la eurozona— a menos del 5% del PIB el año que viene. Pero tiene poco margen de maniobra en un Parlamento díscolo en el que ningún partido tiene mayoría.

Las batallas presupuestarias se han intensificado desde que Macron perdió la mayoría en unas elecciones anticipadas el año pasado, desencadenando una inestabilidad que ha derrocado a tres Gobiernos. Una pelea sobre el presupuesto del año pasado derribó el gabinete de Michel Barnier a través de una moción de censura.

(1 dólar = 0,8604 euros)

Con información de Reuters