El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, afirmó el martes que el Gobierno británico tomó una "decisión vergonzosa" al suspender algunas licencias de exportación de armas a Israel.
El ministro británico de Asuntos Exteriores, David Lammy, anunció el lunes que el Gobierno había suspendido 30 de las 350 licencias de exportación de armas con Israel debido al riesgo de que el material pudiera utilizarse para cometer graves violaciones del derecho internacional humanitario.
La decisión, que se produjo un día después de que las fuerzas israelíes recuperaran los cadáveres de seis rehenes en un túnel de Gaza, fue rápidamente denunciada por varios ministros israelíes.
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"Esta vergonzosa decisión no cambiará la determinación de Israel de derrotar a Hamás, una organización terrorista genocida que asesinó salvajemente a 1.200 personas el 7 de octubre, incluidos 14 ciudadanos británicos", dijo Netanyahu en un mensaje en las redes sociales.
"Hamás sigue reteniendo a más de 100 rehenes, entre ellos 5 ciudadanos británicos. En lugar de apoyar a Israel, una democracia que se defiende de la barbarie, la decisión equivocada de Reino Unido solo envalentonará a Hamás", dijo Netanyahu.
"Con o sin armas británicas, Israel ganará esta guerra y asegurará nuestro futuro común".
Poco después de que el Partido Laborista británico ganara las elecciones en julio, Lammy dijo que actualizaría una revisión de las ventas de armas a Israel, su aliado, para garantizar que éstas cumplían la legislación internacional.
Las exportaciones británicas suponen menos del 1% del total de armas que recibe Israel, y el ministro afirmó que la suspensión no tendría un impacto material en la seguridad de Israel y que Reino Unido seguía apoyando su derecho a la autodefensa.
Tanto los dirigentes israelíes como los palestinos están siendo investigados por presuntos crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad tras los ataques de Hamás del 7 de octubre en el sur de Israel, en los que murieron 1.200 personas, según cálculos israelíes.
La respuesta israelí en Gaza ha matado a más de 40.700 personas, según las autoridades sanitarias palestinas.
Lammy dijo que la decisión del lunes no era un juicio sobre si Israel había violado o no el derecho internacional. Israel y los líderes palestinos han rechazado las acusaciones de crímenes de guerra.
Con información de Reuters