La Unión Industrial de Formosa (UIF) advirtió sobre la gravedad de la crisis que atraviesa el sector fabril y calificó la situación como “catastrófica”, al cumplirse dos años de la gestión del presidente Javier Milei. En diálogo con la Agencia de Noticias Formosa (Agenfor), el titular de la entidad, Jorge Antueno, sostuvo que desde el inicio de la actual administración nacional el sector atraviesa un proceso muy duro, marcado por pérdida de empleos, paralización de empresas, reducción de personal, caída del consumo interno y apertura indiscriminada de importaciones, factores que, según remarcó, impactan de manera directa en la producción local.
“Al ser alarmante la situación actual, para el año que viene no vislumbramos ningún cambio”, advirtió, y cuestionó además la falta de instancias de diálogo con el Gobierno nacional, lo que permite proyectar “un escenario negativo aún más profundo” para 2026.
En contraste, Antueno destacó las políticas implementadas por el Gobierno de Formosa hacia el entramado productivo local. Señaló que las pequeñas y medianas empresas y los emprendedores cuentan con canales de diálogo, programas de capacitación, líneas de crédito con tasas subsidiadas, financiamiento a través del Consejo Federal de Inversiones (CFI) y otras herramientas que contribuyen a sostener el empleo.
Se desploma el empleo registrado en la construcción
Desde la asunción de Javier Milei, la provincia de Formosa perdió el 8,16% del empleo registrado, según un informe del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA), lo que se explica casi íntegramente por la pérdida de puestos de trabajo en la construcción.
El documento expresó que la caída del empleo se incrementó aun más en el 2025 en el que a nivel nacional se perdieron más de 10 mil empleos privados por mes. Es decir, desde que asumió el Presidente libertario se destruyeron más de 220 mil puestos de trabajo. Tanto es así que la capacidad instalada opera al 61,1%, según el INDEC.
Entre los rubros más castigados por la administración libertaria estuvieron la construcción, debido a la suspensión de la obra pública nacional dispuesta por el Ejecutivo, y la industria, golpeada por la baja demanda y la apertura indiscriminada de importaciones. El empleo en cada uno de estos rubros cayó en 62.741 (-14,3%) y 42.406 (-3,6%), puestos de trabajo respectivamente. A menor escala, también hubo un importante retroceso en el rubro explotación de minas y canteras (-7%, con unos 6.600 empleos menos).
La más golpeada sin dudas fue la provincia de Santa Cruz donde el empleo cayó 15% ( 9.807 menos puestos de trabajo). Esta fuerte caída se explica en gran parte por la baja en la producción de petróleo convencional y el empleo público, según confirmó una alta fuente provincial.
En La Rioja, en tanto, se destruyeron el 11,25% de los empleos (3.675 puestos menos de trabajo), que se explica por el impacto de la construcción sumado a la contracción industrial. Textil y calzado, dos sectores sensibles a la importación y con fuerte presencia en esa provincia, achicaron sus plantas ante la mayor competencia externa, según explicaron desde Fundar.
