El presidente surcoreano, Yoon Suk Yeol, abandonó el sábado un centro de detención después de que los fiscales decidieran no apelar la decisión de un tribunal de anular la orden de detención del líder destituido por cargos de insurrección.
Yoon, de 64 años, sigue suspendido de sus funciones, y continúan sus juicios penales y de destitución por su efímera imposición de la ley marcial el 3 de diciembre.
El viernes, el Tribunal del Distrito Central de Seúl anuló la orden de detención de Yoon, alegando el momento en que se produjo la acusación y las dudas sobre la legalidad del proceso de investigación.
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"Me gustaría agradecer al Tribunal del Distrito Central su valentía y determinación al corregir la ilegalidad", dijo Yoon en un comunicado.
Al salir de las instalaciones, un Yoon relajado y sonriente, con traje oscuro y sin corbata, bajó de su coche, saludó, levantó el puño y se inclinó ante partidarios que ondeaban banderas surcoreanas y estadounidenses.
Sus abogados afirmaron que la decisión del tribunal "confirmaba que la detención del presidente era problemática tanto en los aspectos procesales como en los sustantivos", y calificaron el fallo de "inicio de un camino para restaurar el Estado de derecho".
No fue posible contactar inmediatamente con los fiscales para que hicieran comentarios.
El principal partido de la oposición, el Partido Democrático, criticó la decisión de la fiscalía por "sumir al país y al pueblo en una crisis", e instó al Tribunal Constitucional a destituir a Yoon lo antes posible.
En el marco del juicio político, se espera que el Tribunal Constitucional decida en los próximos días si restituye o destituye a Yoon.
El sábado, unos 55.000 partidarios de Yoon se concentraron en los principales distritos de Seúl, mientras que unas 32.500 personas se manifestaron en su contra cerca del Tribunal Constitucional, informó la agencia de noticias Yonhap, citando estimaciones no oficiales de la policía.
La opinión pública sigue siendo mayoritariamente contraria a Yoon: el 60% de los encuestados opina que debe ser destituido y el 35% piensa lo contrario, según una encuesta de Gallup Korea realizada el viernes.
Yoon, el primer presidente surcoreano detenido mientras ejercía su cargo, estaba recluido desde el 15 de enero en el Centro de Detención de Seúl, situado en la ciudad de Uiwang, 22 kilómetros al sur de Seúl.
Con información de Reuters