Los salarios le ganaron a la inflación por dos puntos en julio, pero el promedio del Indec oculta que los empleados registrados vieron una sustancial mejora que no se dio con los informales. En lo que va del año, los trabajadores no registrados vieron un 16% de incremento en sus ingresos, la mitad de la suba de precios y que el resto de los ocupados.
En julio, el índice de sueldos total subió 4,9%, por arriba del 3% de los precios de julio. El mes previo, los salarios se habían incrementado sólo 2,3%, lo que implicó una mejora también contra el período previo.
Cuando se desagrega se observa que los sueldos del sector público aceleraron su crecimiento hasta el 6% mensual (versus 4% en junio). De cerca los siguieron los del sector privado formal, con un 5,2% mensual (contra un 1,8% en junio). Ambos quedaron arriba de la inflación del mes.
En tanto, los ingresos del sector privado no registrado sólo subieron un 2,4% mensual. Esto implicó una pérdida de poder adquisitivo del 0,6 p.p. En junio había sido aún más amplia la brecha: alza del 1,2% para los salarios y del 3,2% para los precios.
En los primeros siete meses de 2021, los trabajadores a los que no les hacen contribuciones patronales vieron subir sus ingresos en sólo el 16,5%. Esta alza se quedó poco menos que a la mitad de los precios, que avanzaron 29,1% acumulado, lo que los dejó rezagados como el grupo más vulnerable dentro del mercado laboral. La brecha fue similar contra los empleados estatales, que subieron sus retribuciones 31,8%, y los privados en nómina, con un 31,9%.
La comparación interanual tampoco benefició a este segmento desprotegido por las leyes laborales, para el que los ingresos ascendieron 37,4%, contra el 51,8% de los precios. El promedio de suba para los empleados registrados fue del 49,8% versus julio de 2020.
“La carrera de precios y salarios aún ubica a los ingresos de los trabajadores en un lugar rezagado”, esgrimió el último informe del CETyD. Para los empleados totales, estimó que en caso de que no se produjesen nuevas revisiones de las paritarias y que los acuerdos pendientes se definieran en valores similares, el poder adquisitivo de los salarios caería 3,2% durante 2021.
Con los aumentos definidos en el Consejo del Salario, el sueldo mínimo volvería a crecer, después de cinco años de contraerse ininterrumpidamente, proyectaron desde el centro de estudios de IDAES y UNSAM. Sin embargo, dada la magnitud del deterioro previo, su poder adquisitivo será un 32% inferior al de 2015, lo que también implica un perjuicio para el segmento de menores ingresos de la sociedad.